ANTE EL PROCESO ABIERTO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

Israel cree que juzgarle es perder la brújula y confía en el cierre del caso

Cinco meses después de requerir a Israel información sobre si investigó el ataque, en el que murieron un líder de Hamás y catorce civiles, el juez Andreu ha recibido una copia "no oficial" de la documentación solicitada.

El embajador israelí, Raphael Schutz
Israel cree que juzgarle es perder la brújula y confía en el cierre del caso
EFE

La Audiencia Nacional ha recibido ya la documentación sobre el ataque a Gaza en 2002 que investiga el juez Fernando Andreu y que el embajador israelí, Raphael Schutz, confía en que sirva para cerrar el caso porque seguir adelante con este "abuso" de la legalidad es perder "un poco la brújula".


Cinco meses después de requerir a Israel información sobre si investigó el ataque, en el que murieron un líder de Hamás y catorce civiles, el juez Andreu ha recibido una copia "no oficial" de la documentación solicitada.

Se trata de unos 300 folios en inglés y hebreo remitidos por el Gobierno israelí sobre las decisiones adoptadas por la Corte Suprema de Justicia en relación con la muerte de Salah Shehade, el jefe del brazo armado de Hamás cuando ocurrieron los hechos.


Andreu admitió a trámite la querella que interpuso el Centro Palestino para los Derechos Humanos por estos hechos que para el juez suponen un ataque contra la población civil, producto de una acción que "se adivina como claramente desproporcionada o excesiva".


Una querella que el embajador israelí en España, considera que obedece a "motivos políticos" que persiguen "deslegitimar, no sólo el derecho de Israel a defenderse, sino peor aún, de deslegitimar la misma existencia de Israel".


Raphael Schutz ha sido tajante al argumentar que un mundo donde se abre un proceso judicial contra el derecho de defensa propia y no contra los mismos terroristas, "es un mundo que perdió un poco la brújula".


Tras invitar a las autoridades españolas a "reflexionar sobre cómo se podría evitar el abuso político del sistema" e impedir, de ese modo, que la relación entre España y su país se vea perjudicada.

El Gobierno no se inmiscuye


Después de la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha reiterado que el Ejecutivo respeta la acción de los tribunales y no se inmiscuye en el desarrollo del caso abierto por Andreu contra el ex ministro de Defensa israelí Benjamín Ben-Eliezer y seis militares.


"España es un estado de derecho y la Justicia actúa con total independencia. Eso lo saben todos los países europeos y los países democráticos. En estos momentos, ésa es la posición. Así se lo hemos trasladado al Gobierno de Israel y estamos seguros de que así lo entiende", ha insistido la vicepresidenta.


Opinión que comparte el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, quien ha explicado que España tiene un principio de "jurisdicción universal" que hace que los tribunales españoles puedan conocer de esos hechos.


Izquierda Unida no se ha mantenido al margen de la polémica y su diputado, Gaspar Llamazares, ha anunciado que la federación se va a personar en el caso y ha pedido al Gobierno, a través de la Fiscalía, que no intente "neutralizar" la causa.


Más allá ha ido el PCE, que, en un comunicado, se ha felicitado por la decisión del juez Andreu porque significa la "punta de lanza para luchar contra la impunidad del Gobierno sionista israelí en su genocidio contra el pueblo palestino".