EMERGENCIA HUMANITARIA EN EL CARIBE

En busca del milagro entre la catástrofe

Los equipos de emergencia trabajan contra reloj para poder liberar a las personas apresadas con vida en los edificios. Los enviados desde España lograron rescatar a varias.

Ha trabajado con refugiados que huían de diferentes conflictos para intentar salvar sus vidas, en lugares arrasados por riadas..., pero Rezene Tesfamariam, director de la oenegé Plan en Haití, afirmó ayer que "nunca" ha visto lo que estos días ha podido contemplar en las calles de Puerto Príncipe.


"El daño del terremoto escapa a la imaginación", afirmó Tesfamariam en un mensaje que logró enviar a través de Internet a las sedes de Plan en diferentes lugares del mundo, entre ellos España. "Todavía se oyen voces de niños atrapados entre los escombros de sus escuelas", narraba con horror en su comunicación.


Los trabajadores de Plan en Haití, 142 en total, trabajan contra el reloj desde el martes, poco después de que la tierra temblara con inusitada violencia en Haití, para encontrar supervivientes y atender a la población, especialmente, los niños. "El terremoto -informó Tesfamariam- ha dejado miles de familias sin hogar y la ciudad se ha transformado en una colección de campamentos improvisados. La situación requiere una respuesta rápida y bien organizada".


Los cooperantes en Haití de esta oenegé han comenzado ya a repartir agua, comida y material higiénico entre los afectados por el terremoto, que se agolpan en campamentos improvisados en Puerto Príncipe y Jacmel.


Plan calcula que más de un millón de niños, "los más vulnerables tras la tragedia", se han visto afectados por el seísmo.


Por su parte, una mexicana repatriada ayer de Haití junto con otros nueve mexicanos en un avión de la Armada contó que sintió "como una explosión" durante el terremoto en la noche del martes, antes de que todo empezara a derrumbarse a su alrededor. "Se oyó como una explosión, un ruido, y empezó a saltar todo y a caerse", dijo Esther Díaz, que estaba radicada en Puerto Príncipe desde hacía 28 años y calificó la situación de "terrible".


Mientras, el neurocirujano estadounidense Barth Green afirmó que se siente "muy viejo para llorar" ante la impotencia que acumula por la magnitud de la tragedia que estremece a Haití. Green, fundador de The Miami Project de la Universidad de Miami (UM) para la cura de la parálisis, se encuentra en Haití en labores médicas de ayuda a los heridos.

Amputaciones

En un mensaje que envió a Lilian Stransky, directora de la fundación sin fines de lucro Step by Step, de Miami, Green escribió: "Nunca se me habían escapado de las manos tantos pacientes en cuestión de minutos. Nunca he visto tanta amputación de miembros del cuerpo".


A lo largo de ayer, los equipos de emergencia que se han trasladado a la isla desde diferentes partes del mundo pudieron rescatar a varias personas. Así, Bomberos Unidos sin Fronteras sacó de entre los escombros del hotel Montana de Puerto Príncipe a un haitiano de 40 años, junto al que reposaban los cadáveres de su bebé y esposa, y localizaron hasta una quincena de personas más. Según explicó el director de operaciones de Bomberos Unidos, el español Enrique Fernández. El hombre, identificado como Darius Seth, no sufrió lesiones graves y fue atendido por un equipo médico en el barrio de Petionville.


El equipo de intervención perteneciente al Grupo de Rescate de la Consejería del Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León que se desplazó a Haití consiguió también liberar con vida a un niño de dos años, que permanecía atrapado bajo los escombros de una vivienda de Puerto Príncipe. En su primer día de trabajo, los seis bomberos profesionales enviados a la zona por la Junta lograron liberar a otras cuatro personas de un supermercado.

Por los perros

Mientras, los perros de la unidad de rescate canina de Protección Civil de Getafe (Madrid) desplazados a Haití encontraron ayer a cuatro personas con vida entre los escombros tras 14 horas de trabajo conjunto con los grupos de Estados Unidos y Finlandia, según informó la primera teniente de alcalde de Getafe, Sara Hernández.


Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que realizan la misión de ayuda humanitaria por grave emergencia en Haití aseguraron que la situación es "muy penosa", por lo que auguraron un "duro trabajo" ya que hay muchas personas fallecidas tras el terremoto.


Los medios haitanos subrayaron que el seísmo ha supuesto el "tiro de gracia" para Haití, que, "más allá del apoyo inmediato a los afectados", necesita un "plan Marshall" que permita que "este holocausto no haya ocurrido en vano".