CHINA

Dos nevadas artificiales generan el caos en China

La medida para paliar la sequía adelanta el invierno y causa pérdidas millonarias.

Las fuertes nevadas que estos días han azotado varias provincias del centro y el este de China han causado pérdidas de más de 120 millones de dólares (80 millones de euros), han afectado a unos tres millones de personas y han generado problemas energéticos en algunas ciudades de la región, informó ayer la prensa estatal Xinhua. La cuestión, además, es que los meteorólogos han manipulado el clima y han originado fuertes nevadas este mes para paliar la sequía en Pekín y en el norte y este de China, lo que ha contribuido a adelantar el invierno y levantar una polémica por los negativos efectos causados.

 

Las provincias de Hubei y Anhui, en la cuenca central del Yangtsé, son las más afectadas por la nieve, que causó el derrumbe de dos millares de casas y obligó a desplazar a unas 6.500 personas. Alrededor de 170.000 hectáreas de cultivos en esas zonas se han visto dañadas por el clima extremo, que en la capital de Hubei, Wuhan (ocho millones de habitantes) obligó a imponer restricciones energéticas.

 

El poder de "hacer llover o nevar", competencia de la Administración de Meteorología de China y las Oficinas de Meteorología locales, se lleva a cabo en el país "solo con fines públicos", según dijeron expertos, aunque los resultados no siempre son positivos. Las intervenciones de China en el clima aparecen con frecuencia en los medios internacionales por su espectacularidad, aunque la Organización Meteorológica Mundial admite que las hay en todo el mundo, y más de un centenar al año.

 

Son posibles solo si las nubes tienen cierto espesor, y con determinadas temperaturas y humedad. "No es solamente un asunto de tecnología, sino también de la geografía, pues no es lo mismo la costa que el interior, el norte que el sur", dijo Guo Xueliang, director del Centro de Efectos Meteorológicos Artificiales de la Academia de Meteorología de China.

 

"En el plan quinquenal establecido tuvimos éxito al garantizar, como si fuera la seguridad, el buen tiempo en celebraciones importantes como los Juegos Olímpicos de 2008 o el 60 Aniversario de la Nueva China", afirmó con orgullo.

La nieve provocada limpió el aire de muchas ciudades, pero también originó problemas de tráfico terrestre y aéreo, escolares y quejas de ciudadanos de las urbes y los núcleos rurales. Y ha traído de forma temprana catarros y gripe. "Pero no vamos a perder oportunidades para lograr precipitaciones con la gran sequía que sufrimos", dijo Zhang Qiang, responsable de la Oficina de Modificación del Tiempo de Pekín.

 

Según Zhang, las últimas nevadas fueron posibles gracias a 186 dosis del catalizador que genera la reacción química. El debate se abrió al saberse que en las dos nevadas, las más tempranas de los últimos 22 años, intervino la mano del hombre, y también por la preocupación ante el eventual peligro para la salud de un producto químico que puede aumentar las precipitaciones hasta el 20%, según el periódico 'China Daily'.