PENA DE MUERTE

Cuando los Gobiernos matan en secreto

Al menos 1.252 personas fueron ejecutadas en el mundo el año pasado. En realidad fueron más, pero el oscurantismo de muchos Estados impide saber la cifra real

Al menos 1.252 personas fueron ejecutadas en 2007, un 88% de ellas en China, Irán, Arabia Saudí, Pakistán y Estados Unidos. Son los escalofriantes datos que reveló ayer Amnistía Internacional (AI), que pide a los Gobiernos que pongan fin al secretismo que rodea las cifras reales de penas de muerte.


La organización defensora de los Derechos Humanos expresó su "honda preocupación", porque a esas cifras hay que añadir las muchas personas ejecutadas por el Estado "en secreto" en países como China, Mongolia y Vietnam.


El informe "Penas de muerte y ejecuciones en 2007" pone de manifiesto que las 1.252 ejecuciones registradas por AI se llevaron a cabo en 24 países, y que al menos 3.347 personas fueron sentenciadas a muerte en 51 naciones, más de la mitad de ellas en China. Según estima la organización, hasta 27.500 personas pueden estar en corredores de la muerte en todo el mundo.


Aunque el número total de ejecuciones de las que tuvo constancia AI descendió en 2007 con respecto al año anterior, cuando se pusieron en práctica al menos 1.591 penas de muerte en 25 países, la organización ha evidenciado un incremento en varias naciones.


Irán ejecutó al menos a 317 personas, Arabia Saudí a 143 y Pakistán a 135, frente a las 177, 39 y 82, respectivamente, de 2006.


Arabia Saudí ostenta el triste récord del mayor número de ejecuciones per cápita, seguido por Irán y Libia, mientras que China volvió a encabezar en 2007 la lista de países con más ejecuciones, con las 470 que pudo confirmar AI, que teme que la cifra real sea "mucho más alta".


China, que alberga este año los Juegos Olímpicos, considera la pena de muerte "secreto de Estado", subrayó Amnistía, que puso de manifiesto que solo las autoridades de Pekín saben exactamente cuántas personas han sido ejecutadas en ese país.


"El uso reservado de la pena de muerte debe concluir: el secretismo que rodea a la pena de muerte debe eliminarse. La gente entonces tiene derecho a saber qué se está haciendo en su nombre", indicó la organización.


Amnistía también denuncia que muchos países aplicaron la pena de muerte para delitos que no están considerados penales o tras procesos injustos.


Por ejemplo, en julio, Ja'Far Kiani, padre de dos hijos, fue lapidado hasta la muerte por adulterio en Irán. Y en noviembre, el egipcio Mustafá Ibrahim fue decapitado en Arabia Saudí por practicar la brujería.


El Estado de Texas (EE. UU.) ejecutó el 25 de septiembre a Michael Richard después de que un tribunal se negase a permanecer abierto 15 minutos más para permitir presentar un recurso sobre la constitucionalidad de la inyección letal. Ese recurso podría haber paralizado la ejecución.