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Se elevan a 133 los muertos por el atentado del Estado Islámico contra la sala de conciertos de Moscú

Varios encapuchados irrumpieron armados en un auditorio y dispararon a bocajarro a los asistentes en un atentado que fue reivindicado por el Estado Islámico.

Police officers secure an area near the Crocus City Hall on the western edge of Moscow, Russia, Saturday, March 23, 2024. Assailants burst into a large concert hall in Moscow on Friday and sprayed the crowd with gunfire, killing and injuring multiple people and setting fire to the venue in a brazen attack just days after President Vladimir Putin cemented his grip on power in a highly orchestrated electoral landslide. (AP Photo/Vitaly Smolnikov)
Policías acordonan el centro de exposiciones Crocus City Hall en Moscú 
Vitaly Smolnikov

En lo que parece una operación perfectamente organizada, un grupo de entre cinco y veinte hombres enmascarados, vestidos con uniformes de camuflaje y provistos de armas automáticas, penetraron este viernes por la tarde en la sala de conciertos del centro de exposiciones Crocus City Hall, situado en la periferia noroeste de Moscú y empezaron a disparar contra quienes acudían a una actuación del conjunto musical de rock ruso Picnic, que no tuvo tiempo siquiera de salir al escenario. La matanza continuó después en el vestíbulo entre quienes trataron de huir. El Estado Islámico reivindicó el atentado y, a través de Telegram, lo ha justificado así: "Era una gran concentración de cristianos".

El Comité de Investigación de Rusia ha elevado a 133 el número de fallecidos en el ataque del viernes, según su último balance publicado este sábado, conforme los servicios de Emergencia van extrayendo cuerpos sin vida de entre los escombros del recinto, incendiado por los atacantes.  La agencia investigadora, en otro comunicado previo también publicado en su cuenta de Telegram, achacó los fallecimientos a las heridas de bala provocadas por los responsables del ataque y a la asfixia por el incendio de la sala durante el atentado. 

El comité ya había pronosticado que el número de fallecimientos aumentará en las próximas horas mientras que un nuevo balance del Ministerio de Salud de Rusia ha indicado que ahora mismo hay 80 hospitalizados por el atentado, entre ellos 13 personas en estado crítico y 25 en estado grave. Al menos cuarenta personas han tenido que ser operadas de urgencia a lo largo de esta pasada noche. Ocho heridos han recibido el alta en las últimas horas. 

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad seguirán a lo largo de este sábado, ya extintas las llamas, "con la inspección del recinto y la incautación de pruebas materiales" y el estudio de las grabaciones de las cámaras de circuito cerrado de televisión que captaron el tiroteo. 

Encapuchados irrumpen armados en el auditorio de Moscú y disparan al público
Europa Press

La portavoz del Ministerio de Exteriores, María Zajárova, calificó lo acaecido de "sangriento atentado terrorista". "¡Toda la comunidad internacional debe condenar este crimen odioso!", clamó. Hace dos semanas la Inteligencia estadounidense afirmó tener información sobre posibles atentados de corte yihadista en Moscú y en otras ciudades rusas en lugares concurridos. La alerta fue difundida a través de la web de la Embajada de EE. UU. en la capital rusa. El presidentes Vladímir Putin minimizó la amenaza y que era una estrategia para "intimidar y desestabilizar" al país.

Europa Press

El ataque ocurre bajo la extraordinaria circunstancia de la guerra de Rusia contra Ucrania, un acontecimiento que está marcando la línea de la investigación que las autoridades rusas están haciendo del atentado. El Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB), ha informado ya al presidente ruso, Vladimir Putin, de once detenidos, entre ellos cuatro sospechosos directos del ataque, interceptados a primera hora de este sábado y a la altura de la localidad de Jatsun, región de Briansk, a unos 340 kilómetros al suroeste de Moscú. 

El vehículo que conducían era un Renault Symbol de color blanco, presumiblemente el mismo en el que llegaron al Crocus City Hall en torno a las 20.00 del viernes, hora de la capital rusa (las 18.00 en España). Según el relato de los investigadores y los testigos recogido por el diario ruso 'Kommersant', al menos cuatro hombres se bajaron del vehículo, armados con carabinas semiautomáticas Saiga y comenzaron a abrir fuego casi inmediatamente contra la gente que hacía cola para entrar. Los guardias de seguridad desarmados que custodiaban el evento, un concierto del grupo de rock Piknik, fueron abatidos. 

Todos ellos, según las imágenes recogidas por la investigación, emplearon cargadores dobles asegurados con cinta aislante para ahorrar tiempo a la hora de recargar mientras se dirigían a la sala principal, donde comenzaron a abrir fuego indiscriminado y provocaron una estampida humana. El tiroteo duró entre 10 y 15 minutos. Después, prendieron fuego al lugar con gasolina para encendedores, arrojaron sus armas al suelo, se cambiaron de ropa y regresaron a su vehículo entremezclándose con la multitud despavorida. 

De momento de los cuatro principales detenidos se sabe que en el Symbol en el que viajaban había pasaportes tayikos y ahora mismo está siendo investigada una presunta relación con la organización yihadista Estado Islámico, que reivindicó el atentado ayer por la noche a través de un comunicado en su agencia de noticias, Amaq.

No obstante, el FSB ha abierto una línea de pesquisas dirigida a Ucrania al considerar, según sus primeros resultados, que los sospechosos se dirigían a la frontera, donde mantenían "contactos relevantes" con el lado ucraniano. El Gobierno de Kiev ha asegurado que no tiene relación alguna con el ataque y el Ministerio de Exteriores tayiko ha pedido calma a la espera de recibir verificación oficial de las autoridades rusas sobre la nacionalidad de los sospechosos para no provocar un estallido de represalias contra sus ciudadanos en el extranjero.

La matanza de 2002

Lo sucedido este viernes en el Crocus City recuerda la matanza en el teatro Dubrokva de Moscú (128 muertos) el 23 de octubre de 2002, al poco de que Putin llegara al poder. Un comando checheno integrado por 41 combatientes, entre hombres y mujeres, irrumpió en el Dubrovka y tomó como rehenes a cerca de un millar de espectadores que habían acudido a disfrutar del musical Nord-Ost y a los artistas del espectáculo. Bajo la amenaza de volar el teatro con todos dentro, los terroristas exigieron el fin de la guerra en Chechenia, que era ya la segunda.

En Dubrovka, Putin no cedió ante los terroristas y, tres días después del inicio del secuestro, las fuerzas de seguridad lanzaron una operación de rescate con el empleo de un potente gas que dejó inconscientes a secuestradores y rehenes. Ninguno de los asaltantes escapó con vida del Dubrovka, pero también murieron 128 rehenes. Las autoridades explicaron que el elevado número de víctimas entre los secuestrados se debió en gran medida a la tardanza en prestarles asistencia médica por el gran número de vehículos aparcados en los alrededores del teatro, que obstaculizaron el paso a las ambulancias. 

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