Milei abre el año legislativo en Argentina bajo una gran tensión política y social

La popularidad del presidente se ha desplomado en apenas dos meses y medio de mandato por la grave crisis económica del país y el fuerte rechazo a su política de recortes

El presidente de Argentina, Javier Milei
El presidente de Argentina, Javier Milei
Europa Press/Contacto/Mariana Nedelcu

No ha cumplido todavía los 100 días en la Casa Rosada y Javier Milei, presidente de Argentina, ha dado y ha recibido, ha cabalgado a sus anchas empujado por el aire libertario que prometió, pero también ha visto cómo sus intentos de sentar unas bases para la reconstrucción de su país se han visto cercenados en gran parte por los grupos opositores, que pese a estar divididos y sin un líder que destaque, siempre están ahí. Es la casta. Así los bautizó Milei.

La imagen del mandatario en apenas dos meses y medio se ha desplomado en nueve puntos para algunas encuestas y un siete para otras. Ha visto las primeras huelgas -este jueves de varias compañías aéreas- y manifestaciones, y tiene a la CGT, la mayor central sindical del país, que no le perdona un paso. El 57% de la población está en la pobreza, la cifra más alta en los últimos 22 años, mientras que la inflación ha aumentado.

Al presunto temor de la sociedad, Milei responde: "La casta se puso en contra del cambio que los argentinos votamos en las urnas. Sabemos que no va a ser fácil cambiar un sistema donde los políticos se hicieron ricos a costa de los argentinos que se levantan todos los días a trabajar".

En medio de un clima caliente, de alta tensión política y social, era esperado el discurso de la apertura del año legislativo del presidente de Argentina, Javier Milei, que está previsto que pronuncie a primera hora de la madrugada de este viernes, hora española. Las diferencias que Milei ha establecido con los diputados, a los que ha llamado "idiotas", "miserables", mentirosos", "extorsionadores" y "nido de ratas", obligaban a pensar en una alocución marca de la casa del libertario en el que no faltarían los ataques a la oposición, fundamentados en la herencia recibida. Algunas fuentes, sin embargo, indicaban que habría una sorpresa importante en el mensaje y que el presidente se centraría más en destacar las medidas tomadas en los dos últimos meses y en las que "la casta" ha impedido tirar adelante, aunque otras fuentes aseguran que el jefe de Estado hará una invitación a que la clase política sume en lugar de restar.

"La opinión pública aún da crédito al presidente", escribió el periodista Eduardo Fidanza, analista de la consultora Poliarquía. "La sociedad transita una etapa ambigua, donde conviven la esperanza con un enorme sufrimiento, que empieza a provocar rechazo al Gobierno en los estratos bajos suburbanos, castigados sin piedad por el ajuste. Los que lo eligieron dicen 'nosotros lo votamos, pero nos cayó encima con todo'", añade.

Para el director de la editorial Perfil, Gustavo González, si hace un año el sentimiento era de un país "acobardado por Milei", hoy muchos argentinos están aterrorizados. González hace referencia directa a la parálisis que sufren diputados y senadores que no son respetados pese a tener un porcentaje mayoritario en el Parlamento. También a periodistas y a empresarios.

"Quizá se trate del mismo terror que paraliza a tantos. El miedo a volver a un pasado que se cree infinitamente peor, el miedo a que el poder nos apriete, el miedo a perder una empresa o un trabajo, el miedo a que las críticas horaden a una administración con la que se tiene coincidencias o el miedo que siempre provoca ir en contra de la corriente", escribió González.

"Hartazgo"

Los temores a que todo camine hacia un fracaso de Milei, que fue elegido con el 56% de los votos, aumentan ante una nueva agresión al Congreso. "Los argentinos viven la experiencia inédita de ser gobernados por un hombre que llegó al poder sin un partido político, con un bloque muy minoritario en el Congreso y sin ningún gobernador y que se propuso dar vuelta a parte de las normativas, instituciones y funcionamiento del Estado que arrastró al país a una larga decadencia de décadas. Para eso fue votado. Su motosierra de campaña simbolizó como nada ese hartazgo", sostiene Leo Mindez, subdirector de Infobae Argentina.

"Él parece sentirse confiado en el apoyo popular que lo encumbró", destaca Mindez en conversación con este periódico. "Por ahora, esa sociedad que ya venía muy golpeada por niveles récord de inflación y pobreza tolera un nuevo salto inflacionario que se disparó con el retiro de subsidios y controles de precio. El temor a que salga mal existe. Y el temor a que este gobierno no dure mucho y volver otra vez a lo mismo de antes, también", agrega Mindez.

Para algunos críticos Milei tiene una intención obsesiva en liquidar a la oposición, pero, al mismo tiempo, pone en juego la estabilidad con los países vecinos de Argentina, como cuando acusa a Gustavo Petro, presidente de Colombia, de "comunista asesino", o como cuando calificó al mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, de "comunista y corrupto". Pero igualmente, Milei, amigo de Donald Trump y de Jair Bolsonaro, definió al Papa Francisco como "el maligno" y hace pocas semanas lo visitó en El Vaticano y se abrazó con él. De la misma forma que visita el Muro de los Lamentaciones en Jerusalén en un momento en el que Israel mantiene sus ataques en la Franja de Gaza.

Pero no todo parece negativo en los más de dos meses en el poder de Javier Milei. Esta misma semana, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yallen, en reunión con el ministro de Finanzas de Argentina, Luis Caputo, mostró su apoyo al programa del presidente argentino. "El Gobierno de Milei avanza hacia la sostenibilidad fiscal", dijo Yallen, que recordó que el presidente argentino había heredado una ardua tarea de estabilización y que ya había dado pasos importantes para ajustar la tasa de cambio y combatir la inflación.

Subida del salario mínimo

Precisamente, el dólar, todo un dolor de cabeza para los argentinos, terminó el mes de febrero con un comportamiento que economistas han calificado de la caída más baja en los últimos veinte años. Los dólares libres bajaron un 15%, mientras que la inflación estimada seguramente alcanzará el 15%. Milei ha subido el salario mínimo un 30%. Con ello no contentó en absoluto a los sindicatos que reclamaban un aumento del 85%.

Todo en Argentina hoy parece muy frágil, como la emocionalidad del presidente, sostiene una argentina que acaba de regresar de vacaciones de su país y centra sus principales quejas en la subida del precio de los alimentos, bebidas, luz y gas. Muchos críticos creen que Milei es consciente que la misma marea que lo llevó al poder puede voltearlo en poco tiempo. La "casta" está siempre dispuesta, aunque ahora no tenga respuestas a la ofensiva del libertario.

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