Reino Unido
Assange se ausenta por enfermedad del juicio para su extradición a EE. UU.
El fundador de Wikileaks afronta esta semana un juicio crucial en Londres que podría concluir con su entrega inmediata.
Estados Unidos reclama la entrega de Julian Assange, fundador de Wikileaks, por motivos y objetivos políticos inadmisibles en el Tratado de Extradición con el Reino Unido y contrarios a la Convención de Derechos Humanos incorporada en la legislación británica. Así lo expuso este martes el equipo legal del australiano en un potente alegato ante el Alto Tribunal de Inglaterra y Gales.
Assange se ausentó del juzgado por problemas de salud, según indicó su abogado James Fitzgerald. Su esposa, Stella, y su padre, John Shipton, compartieron bancada en la sala 5 del tribunal en el primero de los dos días de vistas públicas.
En el exterior se formó una animada concentración de manifestantes en solidaridad con el patrón de Wikileaks, que está en el objetivo de la Administración estadounidense desde la publicación de documentos de Estado filtrados por el exanalista militar Chelsea Manning hace 14 años. El equipo legal sostuvo que ningún director de un medio de comunicación ha sido procesado en EE. UU. por publicar informes secretos y se apoyó en la naturaleza política del procedimiento.
Sobre Assange pesan 18 cargos por obtención y difusión de información con pleno conocimiento de que "podría utilizarse en detrimento de EE UU y en beneficio de una nación extranjera". El letrado Marc Summer hizo hincapié en el "interés público" de esas pruebas documentales de la "presunta responsabilidad del Gobierno estadounidense en graves crímenes", como tortura, asesinato de civiles o secuestro de sospechosos de terrorismo.
El fundador de Wikileaks quiere recurrir los puntos "políticos" de la petición norteamericana que fueron aceptados en 2021. La corte de primera instancia bloqueó la entrega debido al riesgo de suicidio, pero garantías diplomáticas ofrecidas en apelación levantaron el veto humanitario a la extradición.
Assange cumplirá en abril cinco años de reclusión en el penal de máxima seguridad de Londres. Agotó hace tiempo la condena de 50 semanas que le impusieron en mayo de 2019, tras ser desalojado forzosamente de la embajada de Ecuador, y sigue retenido sin cargos, a la espera de la resolución de la reclamación de EE UU. Un fallo favorable en el Alto Tribunal conducirá a un nuevo juicio en que la libertad de prensa y el derecho de la ciudadanía a conocer la verdad de las acciones estatales tomará prioridad. Una resolución contraria supondría el final de la vida legal en Reino Unido.
