El prefecto vaticano para la doctrina de la Fe tras la bendición a parejas gays: "He recibido mensajes amenazadores"

El prefecto de la Fe ha sido víctima de una campaña denigratoria al hacerse público ahora un libro que escribió cuando era un joven sacerdote.

FILE - Victor Manuel Fernandez, then archbishop of La Plata, smiles after a Mass at the Cathedral in La Plata, Argentina, Sunday, July 9, 2023. The Vatican’s new doctrine chief, already under fire from entire bishops conferences for his approval of blessings for same-sex couples, is raising eyebrows anew over a book he wrote as a young priest describing orgasms in graphic terms. (AP Photo/Natacha Pisarenko, File)
El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández
Natacha Pisarenko

El prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, ha revelado que ha recibido en tres ocasiones "mensajes amenazadores" desde que el pasado 18 de diciembre el Papa diera luz verde a bendecir a las parejas homosexuales y las que están en situación irregular, como los divorciados vueltos a casar.

"He recibido tres veces mensajes amenazadores: 'Te destruiremos'. Sentirse odiado no es agradable. Sobre todo porque no hay elementos tan terribles que justifiquen esta dureza. Sin embargo, me las arreglo", ha revelado el cardenal Fernández en una entrevista con el diario italiano 'La Stampa'.

"El problema es que se está hiriendo la unidad y la armonía de la Iglesia. En cualquier caso, no es que estos documentos provoquen divisiones, simplemente las sacan a la luz, aportan "sinceridad", ha considerado.

En la última semana, el prefecto de la Fe ha sido víctima de una campaña denigratoria al hacerse público ahora un libro que escribió cuando era un joven sacerdote y en el que describía los orgasmos en términos gráficos. El libro en español, titulado 'La pasión mística: Espiritualidad y sensualidad' y ya descatalogado, es similar a otro libro de Fernández que desató escándalo poco después de su nombramiento, 'Cúrame con la boca. El arte de besar'.

El cardenal argentino ha defendido a este respecto que "no hay errores teológicos" en esos libros pero que él mismo pidió a las editoriales que lo retiraran. "Hoy lo escribiría de otra manera, porque algunos pasajes, leídos fuera de contexto, podrían generar malentendidos", ha señalado.

Por otro lado, ha defendido que las bendiciones a homosexuales son un gesto con el que "redescubrir otro modo de ser sacerdote, más allá de los ritos litúrgicos, que tienen su belleza, pero que no pueden expresar ni contener toda la realidad concreta de las personas".

"Mi experiencia en América Latina (y especialmente la del Papa Francisco) estuvo llena de esos momentos. La Declaración dice que además de las bendiciones de tipo litúrgico, que siguen un rito formal y requieren varias condiciones para no ir en contra de la voluntad de Dios, existe también otro tipo de bendiciones que llamamos "espontáneas" o "pastorales", que se dan sólo porque las personas vienen a pedir la fuerza de Dios para seguir adelante en la vida", ha explicado.

Así ha manifestado que la bendición "es siempre una ocasión para anunciar a Cristo, su ternura infinita". "No encuentro ningún argumento para decir que estas cosas no son evangélicas", ha zanjado al respecto.

Las bendiciones a parejas homosexuales y en situación irregular, que -como ha reiterado el Vaticano- respetan la doctrina católica y están exentas de llevar a cabo cualquier rito que las asemeje al sacramento del matrimonio, han levantado ampollas en el mundo católico. Por ejemplo, el prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, ha tachado la decisión de herejía.

Sin embargo, para Fernández las bendiciones, "en el sentido de bendiciones 'pastorales', no litúrgicas, no podrían ser ni sacrílegas ni blasfemas, porque está bien aclarado que no sancionan, ni califican, ni autorizan, ni reconocen nada". "Son independientes de la situación del individuo o de las dos personas o grupos que se acercan a pedirla. Quizá haya que insistir en este punto", ha dicho.

En este sentido, ha afirmado que para él, en cambio, sería "un sacrilegio o una blasfemia" comulgar "con odio en el corazón, o aceptar que un ser humano sea encarcelado o asesinado sólo por su orientación sexual, o vivir en paz con Dios mientras otros sufren hasta la muerte". "Estas actitudes son una grave ofensa al Dios del amor. Son blasfemas", ha concluido.

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