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35 millones de argentinos miden hoy su hartazgo social y económico en las urnas
El ultraderechista Javier Milei se perfila como el candidato que puede ganar la primera vuelta y abrir la puerta al populismo radical.
Ever Alarcón salió hace una semana de su casa en una zona deprimida de Buenos Aires y nunca volvió. Tenía 20 años. Era pintor. Bajó a la calle con la intención de comprar aspirinas para su madre en una farmacia cercana. Su cadáver apareció tirado en una esquina del barrio Paraná. Apareció irreconocible en una esquina, junto a una tapia llena de agujeros de bala y rodeado de 53 casquillos vacíos. El viernes, las fuerzas federales registraron la sede de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas de la Policía bonaerense y se incautaron de las armas de seis de sus agentes. La Fiscalía cree que una patrulla confundió a Ever con un traficante de drogas de poca monta y lo fusiló.
En Buenos Aires, los lectores de los periódicos se desayunaron también ayer, vísperas de elecciones, con un informe sobre la corrupción política en la provincia. Y, en general, los medios se prodigaban en diseccionar la crisis económica de Argentina, con cuatro de cada diez habitantes sumidos en la pobreza, el peso depreciándose como nunca y una inflación disparada del 140%.
Violencia, pobreza y hartazgo social ante los cargos institucionales corruptos. Así es el escenario en el que hoy acuden a las urnas más de 35 millones de argentinos para elegir a 130 diputados, 24 senadores y cargos regionales, así como señalar a los candidatos con más posibilidades de ocupar la presidencia del Gobierno a partir de diciembre. Tras la renuncia del actual mandatario, Alberto Fernández, a continuar en este cargo, el país dirime quién será su sucesor en unos comicios a doble vuelta, salvo que en la primera gane con suficiencia uno de los aspirantes. En otro caso, la segunda ronda será el 19 de noviembre. Los pronósticos indican que la posibilidad de que la ecuación se resuelva esta noche (madrugada del lunes en España) es remota: la victoria implica rebasar el 45% de votos o un 40% si la distancia con el rival más próximo es de más de diez puntos, La presencia de cinco aspirantes, tres de ellos con posibilidades, parece inutilizar cualquiera de esas dos premisas
Aun así, nada está escrito. "Vamos a ganar en primera vuelta", exclamo el pasado jueves Javier Milei ante miles de asistentes a su gran acto de final de campaña en la capital argentina. Y, de hecho, una de las incógnitas que más da que hablar a los electores es cuántos sufragios obtendrá. El radical y excéntrico líder de La Libertad Avanza llega a las urnas con el apoyo teórico de, al menos, el 30% de los votantes, gracias a un discurso del agrado de la ultraderecha, los negacionistas del cambio climático y de muchos de los castigados por la miseria que, después de tantas fórmulas fallidas, ya no creen en otra solución que en un cambio drástico en la gestión financiera del país.
El discurso es abiertamente populista. Milei quiere acabar con el "modelo de la casta" política, propone "volar el Banco Central" y 'dolarizar' la moneda del país -el peso o el "excremento", en su lenguaje paticular- pese a ser consciente de que las reservas de dólares son insuficientes para una operación de este estilo y que todas ellas tienen como destino el pago de importaciones y otras transacciones con el extranjero. Milei apuesta por la prohibición del aborto y también es el preferido de los nostálgicos de la dictadura. Pone en tela de juicio que durante el régimen de Videla hubiera miles de muertos y 30.000 desaparecidos.
Perionistas y conservadores
Su irrupción en escena invita a pensar en una ruptura de la clásica competición entre peronistas y conservadores y, también, en que el próximo Parlamento tendrá el abanico de partidos más amplio de las legislaturas recientes. Tal fragmentación obligará al próximo presidente a negociar constantemente la acción de Gobierno. Por eso, el líder de La Libertad Avanza también busca una victoria definitiva en primera vuelta y lo más rotunda posible.
"No se queden en sus casas, lleven a sus hijos, a sus padres, a sus amigos, lleven la esperanza en el corazón porque Argentina tiene futuro, pero ese futuro existe solamente si ese futuro es liberal", animó en su final de campaña ante más de 15.000 simpatizantes. Él cree que, ante el entusiasmo que ha despertado en la juventud argentina y el discurso antikirschiano y antioficialista, hoy será proclamado presidente. "Primera vuelta, la puta que lo parió, que cueste lo que cueste tenemos que ganar", gritó en el mitin.
Sergio Massa, ministro de Economía y líder de Unión por la Patria, y Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio, son los máximos opositores a Milei. Los otros dos candidatos, Juan Schiaratti de Hacemos por Nuestro País, y Myriam Bregman, de Frente de Izquierda, no cuentan en principio para ir a una segunda vuelta.
La respuesta más fuerte al dirigente ultra se encuentra en la voz de Patricia Bullrich: "Argentina se arregla con ideas razonables y no con las ideas extravagantes de Milei".
