Israel acorrala a Hamás con el corte de la electricidad y el agua a la población de Gaza

El asedio es tildado de "castigo colectivo" y ya se ha cobrado la vida de más de 1.400 palestinos

Palestinos sentados tras los ataques aéreos israelíes en el campo de refugiados de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Palestinos sentados tras los ataques aéreos israelíes en el campo de refugiados de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
Associated Press/LaPresse

La Franja de Gaza completa este viernes sus primeras 36 horas en la oscuridad y completamente aislada. En medio de continuos bombardeos israelíes, la región palestina vive desde la tarde del miércoles sin suministro de electricidad ni agua tras el asedio de Tel Aviv como respuesta a la ofensiva de Hamás. El apagón total, además de afectar a la población, también dificulta las labores en los hospitales y centros médicos, que "corren el riesgo de convertirse en morgues", según indicó este jueves el director regional para Oriente Próximo y Medio del Comité Internacional de la Cruz Roja, Fabrizio Carboni.

Los ataques aéreos no solo impactan contra los frentes de la organización musulmana, sino también contra los civiles, denuncia Gaza. Al menos 1.400 palestinos, entre ellos más de 400 niños, han muerto, según confirmaron este jueves las autoridades gazatíes, que sitúan en más de 6.200 los heridos en el enclave. El Ministerio de Salud de la Franja ha acusado a "las fuerzas de ocupación" israelíes de estar "cometiendo masacres".

Gaza se encuentran ante una "inminente catástrofe humanitaria". Bajo los estallidos de los misiles, los palestinos temen ahora morir de hambre. La población hizo este jueves colas frente a panaderías y las pocas tiendas de alimentación en Gaza que aún tienen provisiones. Algunos ya superaron la primera noche sin agua ni luz, este viernes se preparan para la segunda, rodeados de decenas de edificios en ruinas.

Los proyectiles lanzados desde el Estado judío han dañado al menos siete instalaciones que proporcionan servicios de agua y saneamiento y catorce infraestructuras sanitarias. Se estima que unas 600.000 personas -de los más de dos millones de habitantes en el enclave- han resultado afectadas al no tener acceso a los servicios básicos, según Al-kila. El bloqueo judío impide la llegada de combustible a la principal central eléctrica, que ha intentado resistir con las reservas mínimas desde el domingo.

"Con los suministros que tenemos, no podremos apoyar a la población civil por mucho tiempo. Es demasiado inseguro mover la ayuda almacenada por la región", lamenta Carboni. "Advertimos del colapso de la situación de salud como resultado de una aguda escasez de suministros médicos para quirófanos, medicamentos y bolsas de sangre", afirmó este jueves el titular de Salud palestino, Mai Al-kila al tiempo que pidió ayuda a organizaciones internacionales y terceros países.

Destrucción

Las autoridades de Israel ya habían advertido al inicio de la guerra de que "sólo habrá destrucción" en la zona, y este jueves reafirmaron que seguirán hasta que los rehenes capturados -unos 150 según el ejército- por el grupo islamista sean liberados. "¿Ayuda humanitaria a Gaza? No habrá electricidad, agua potable o combustible hasta que los secuestrados puedan volver a casa", aseveró el ministro de Energía israelí, Israel Katz, en la red social X. "Humanitarismo es para el humanitarismo", recalcó tras asegurar que "nadie puede enseñar moralidad" a Tel Aviv.

El cerco israelí ha sido condenado tanto por Naciones Unidas como por organizaciones humanitarias. Los defensores han alertado de que el derecho internacional humanitario prohíbe los castigos colectivos y que el bloqueo podría ser considerado un "crimen de guerra".

Pese a los llamamientos de frenar la persecución, Israel sigue en pie. "Los bombardeos en Gaza han alcanzado zonas que antes nunca habían sido tocadas: barrio residenciales que históricamente habían servido de protección para la población ya no son seguros", aseguró Patricia Garrido, delegada española de Cruz Roja en la ciudad palestina de Ramala. Unas 338.000 han abandonado sus hogares ante el riesgo de ser alcanzados por los cohetes.

Urge un corredor humanitario para atender a las víctimas y a las familias que se están quedando sin alimentos. Es la solicitud de los palestinos. Egipto ha intentado intervenir para que la ayuda internacional llegue a los afectados. El Ministerio de Exteriores egipcio comunicó ayer que está dirigiendo el apoyo al aeropuerto de Al Arish, en el norte de la península de Sinaí. La única posible entrada a la zona en guerra en este momento. El país vecino ha pedido a Israel que evite atacar el cruce fronterizo de Rafah, en el sur de Gaza, que ha estado en la diana de los misiles tres veces en menos de 24 horas.

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