"Planeo morir hoy", dijo el atacante que mató a seis personas en EE.UU.

Un vídeo difundido por la Policía muestra al exalumno, de 28 años y abatido por los agentes, abrirse paso disparando un rifle en su antiguo colegio.

La policía encontró en el domicilio del pistolero un manifiesto cuyo contenido todavía no ha sido revelado.
La policía encontró en el domicilio del pistolero un manifiesto cuyo contenido todavía no ha sido revelado.
Reuters

"Planeo morir hoy". Ese fue uno de los últimos mensajes que Audrey Hale envió el lunes a una amiga por Instagram, según una televisión local. Su amiga llamó a la Policía, pero después de tenerla 7 minutos en espera, le dijeron que un agente se pasaría por su casa para tomarle declaración. Y lo hizo, cinco horas después de la masacre en Nashville, que costó la vida a tres niños de nueve años y a tres adultos en un centro escolar. "No quiero seguir viviendo", le había dicho Hale.

Lo tenía todo planeado. La Policía encontró en su casa mapas del colegio Covenant del que había sido alumno y un manifiesto cuyo contenido no se ha hecho público. A las 10.20, la mujer de 28 años que se identificaba como hombre condujo un Honda Fit hasta el campus, según muestran las imágenes de las cámaras de seguridad que han compartido las fuerzas de seguridad, pero lo verdaderamente escalofriante es cómo entra al edificio: a tiros.

La Policía y las autoridades del colegio se habían preguntado inicialmente si aquella puerta se quedó abierta, pero no. Hale disparó uno de los dos fusiles de asalto AR-15 a bocajarro contra la puerta de cristales y entró por el agujero que dejó.

Con el rifle en posición y una pistola de 9 milímetros en el cinto subió hasta la segunda planta en busca de víctimas. La Policía no ha querido compartir las imágenes más sangrientas de la masacre, en la que mató a tres niños de 9 años, entre ellos la hija del Pastor de la Iglesia asociada con la escuela, y tres adultos, incluyendo al director.

Los demás supieron reaccionar de acuerdo al entrenamiento que habían recibido y evacuaron, mayormente por su cuenta, al principio en estampida y luego agarrados de las manos. "Cuando lo vi me embargaron las lágrimas, literalmente", contó el jefe de Policía de Nashville (Tennessee). En solo 14 minutos los agentes llegaron y abatieron al pistolero, el primer transexual autor de una masacre escolar.

Si la muerte de tres niños de nueve años y tres adultos en un tiroteo escolar podía perder fuerza por ser la masacre 376 desde la de Columbine en 1979, su autora, Audrey Hale, la hizo excepcional y aún más incomprensible si cabe.

Concierto de Madonna

Nacida mujer y autoconsiderada hombre, a juzgar por los pronombres que usaba en las redes sociales, se trata del primer pistolero transgénero en provocar una masacre escolar. Inicialmente se creyó que simplemente se trataba de una mujer, sin más, lo cual ya era extremadamente inusual, pero no tan significativo como el cambio de género en un estado que acaba de vetar la asistencia médica a los adolescentes que busquen este cambio y ha vetado las actuaciones de 'drag queens' en espacios públicos. Madonna ha añadido a su gira un concierto en Nashville solo para convertirlo en una protesta desde el escenario.

El joven de 28 años nacido mujer parece haber llevado su propia protesta a los extremos más descabellados. Con la ayuda de su padre, la Policía ha encontrado en su casa un manifiesto cuyo contenido se espera con ansiedad como pista para entender su motivación

Los agentes tardaron solo 14 minutos en responder a las llamadas de auxilio que llegaron del colegio cristiano Covenant y no dudaron en abatirlo a tiros. "Si algo teníamos claro cuando nos preparábamos para algo así es que no íbamos a vacilar, sino que entraríamos y enfrentaríamos al pistolero", dijo el jefe de Policía de Nashville, John Drake, sin mencionar el embarazoso episodio de Uvalde (Texas), donde los agentes tardaron una hora y cuarto en entrar en el aula.

Hale conocía las instalaciones porque había estudiado allí. Entró al colegio por una puerta lateral, armado con tres pistolas, dos de ellas semiautomáticas del estilo de los rifles militares AR, y abrió fuego en la primera planta mientras los niños corrían despavoridos. Luego subió por las escaleras hasta la segunda planta, donde dos policías lo encontraron y derribaron a tiros. Los niños también estaban entrenados. Muchos siguieron el protocolo de evacuación por su cuenta para esconderse tras la hilera de árboles y reunirse en la escuela contigua. Tres quedaron sin vida en el suelo mientras los demás corrían.

Un debate recurrente

Las primeras reacciones revitalizaron con indignación el eterno debate del control de armas ante otro de los tiroteos "que están desgarrando el alma de la nación", dijo el presidente, Joe Biden, en un nuevo llamamiento a vetar las armas de asalto. El giro transgénero desvió la atención de ese mensaje y proporcionó munición a la ultraderecha, que se negaba a referirse al pistolero por el género masculino que había elegido.

El colegio privado en el que volcó su frustración a tiros no era su primer objetivo. Según la Policía, puso primero la vista en otro centro, que descartó por tener más seguridad. Eso alentará la fortificación de los colegios y confirma la importancia de los simulacros que tanto traumatizan a los escolares.

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