El presidente galo, Emmanuel Macron, concluyó ayer su visita de tres días al país africano con el objetivo de reactivar la relación bilateral entre París y su antigua colonia. El encuentro tiene lugar cuando Occidente busca alternativas al gas ruso para evitar una grave crisis energética, y es que esta nación del Magreb es la primera exportadora de gas en África.

Macron y su homólogo argelino, Abdelmayid Tebboune, firmaron ayer en la capital africana un documento que certifica una «nueva dinámica irreversible» en las relaciones entre ambos países, sesenta años después de la independencia argelina del colonialismo galo. «Francia y Argelia, fuertes en los excepcionales lazos humanos que las unen y resueltamente determinadas a promover su amistad y consolidar sus logros en términos de cooperación y asociación, renuevan su compromiso de colocar sus relaciones en una dinámica de progreso irreversible», anunció el Elíseo.

Todo ello se traducirá, por encima de todo, en la creación del llamado Alto Consejo para la Cooperación a nivel de Jefes de Estado, «para profundizar y diseñar, juntos en un espíritu de confianza y respeto mutuo, medidas adecuadas respuestas a temas bilaterales». Éste se reunirá cada dos años, alternativamente en París y Argel.

Comisión de historiadores

En el apartado histórico, ambos países han acordado constituir una «comisión mixta» de historiadores franceses y argelinos sobre la época colonial y de la guerra de Independencia, incluidos a la apertura y restitución de archivos, bienes y restos mortuorios de los combatientes de la resistencia argelina, así como de los desaparecidos.

Francia y Argelia darán un nuevo impulso a sus relaciones económicas para promover una asociación equilibrada en interés de ambos países, sobre todo a lo que se refiere a la transición energética, en particular a través de la cooperación en los campos del gas y el hidrógeno.