El FBI encuentra documentos de "alto secreto" en la mansión de Trump
Los agentes que registraron su casa en busca de material sensible sobre armas nucleares han descubierto once carpetas clasificadas que deberían estar en poder del Gobierno estadounidense.
¿Qué podía hacer en el trastero de Mar-a-Lago (Palm Beach, Florida) documentación confidencial sobre material nuclear mezclada con camisetas y zapatos de golf? Eso debió de preguntarse hace semanas el director de la Sección de Contrainteligencia de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia, Jay Bratt, cuando escribió a los abogados de Donald Trump para pedirles que reforzarán la cerradura de ese trastero en el sótano de su mansión. Pero había más.
De ser cierto que el FBI descerrajó el pasado lunes la caja de seguridad que el expresidente tenía en el dormitorio o en el despacho de su casa, el número de personas que conocía su existencia y ubicación son muy pocas. Puede que no más de media docena, un círculo muy íntimo del que habría salido el chivatazo que obtuvo la Agencia Federal de Investigación y que desencadenó el registro de la mansión. Según fuentes del diario 'The Washington Post', en alguna de esas tres ubicaciones -la oficina del expresidente, su dormitorio y el trastero- se escondían documentos muy sensibles sobre armas nucleares, clasificados como 'altamente secretos', «que podrían proporcionar a los adversarios de Estados Unidos una hoja de ruta sobre la inteligencia para construir formas de contrarrestar esos sistemas».
Al menos, eso es lo que buscaba el FBI. Según la información conocida en las últimas horas, informó que los agentes sacaron de la casa una veintena de cajas con material, entre las que han encontrado once carpetas de documentos clasificados y, en algunos casos, sellados con la etiqueta de "alto secreto" ('top secret'). Dicho diario detalla el hallazgo de otros archivos relacionados con el polémico perdón presidencial a su antiguo asesor Roger Stone e incuso un informe sobre el presidente de Francia. Emmanuel Macron. Los aliados del expresidente replicaron después que éste había desclasificado dichos dosieres.
Pendientes de su publicación
El inventario de propiedades incautadas por el FBI en el registro ocupa siete folios. La totalidad de lo que se encontró no se sabrá hasta que se haga público. Es un listado que Donald Trump tiene en su poder desde que acabó la operación el lunes por la noche, sin que lo haya dado a conocer. Es, por el contrario, el Departamento de Justicia el que ha presentado una moción para levantar parcialmente el secreto de sumario, lo que permitiría mostrar a la opinión pública tanto ese inventario como la orden de registro.
El juez Bruce Reinhart, que ha sido donante tanto de las campañas del republicano Jeb Bush como del demócrata Barack Obama, y trabajó para el magnate Jeffrey Einstein, dio a los abogados de Trump un plazo hasta las tres de la tarde (hora local) de este viernes para manifestarse a favor o en contra de la moción presentada por el Departamento de Justicia. Según dijo el expresidente en la red social que montó cuando fue vetado de Twitter, Truth Social (Verdad), no se opondrá a la moción. «Estábamos cooperando plenamente, el Gobierno podía haber conseguido lo que quisiera si es que lo teníamos», aseguró.
La decisión final sobre hacer públicos los papeles será del juez, que tiene plena potestad para decidir. Eso daría una idea más concreta de lo que buscaba el FBI y cómo se condujo la búsqueda, pero se sospecha que no será muy específica. Todo el material incautado -entre 10 y 15 cajas, que incluirían imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de Mar-a-Lago- se encuentra aún en las oficinas de la agencia en Miami. Revisar documentos potencialmente clasificados como secretos es un proceso lento y laborioso lleno de salvaguardas burocráticas. De sus explosivas declaraciones esta semana, que han desatado el número de amenazas contra el FBI, se deduce que el líder republicano estaba más irritado por el hecho de que los investigadores encontrasen su caja de seguridad y rebuscasen entre la ropa y los objetos personales de su esposa, Melania Trump.
Sistema de compensaciones
La semana no empezó bien para el expresidente, que se enteró del registro de su residencia personal mientras estaba en Nueva York preparándose para testificar ante la Fiscal General del Estado en una causa civil, y acabó aún peor. Otro juez, esta vez del Estado de Nueva York, se pronunció ayer en contra de la moción que habían introducido sus abogados en febrero para que desestimasen los cargos penales por fraude fiscal.
El juez Juan Merchan solo ha desestimado una de las acusaciones, pero permitirá que se juzguen los otros catorce delitos consignados en un proceso contra la Organización Trump y su jefe de finanzas corporativas, Allen Weisselberg. La selección del jurado comenzará el 24 de octubre, dos semanas antes de las elecciones legislativas de medio mandato que se celebrarán el 8 de noviembre.
Según un artículo de Bloomberg publicado en julio de 2021, que los abogados de Trump creen que desencadenó la posterior persecución, la empresa utilizaba formas «indirectas» de compensar a sus empleados mejor remunerados para evitar que tuvieran que declararlas. A Weisselberg, uno de los leales del magnate republicano a sus 74 años, se le acusa de haber recibido hasta 1,5 millones de dólares en este tipo de beneficios, incluyendo un piso y un coche, por lo que se verá obligado a morder el polvo con la cárcel o desvelar los intrínsecos de la contabilidad de Trump para evitar una sentencia en contra.
Un abatido en Ohio tras "llamar a las armas" después del registro
El hombre armado abatido el jueves por la Policía después de que intentara irrumpir en las oficinas del FBI en Ohio había publicado un «llamado a las armas» en la red social de Donald Trump después de que el FBI allanara la mansión del exmandatario en Florida. El sospechoso, identificado como Ricky Shiffer, de 42 años, publicó que «éste es un llamado a las armas». «Propongo la guerra», añadió, apelando a los «patriotas» a ir a Florida y matar agentes del FBI, al día siguiente del registro de la casa.
