Boris Johnson suma un nuevo revés en unas elecciones parciales

Los liberal-demócratas y los laboristas se reparten dos escaños que ocupaban diputados del partido conservador.

Boris Johnson.
Boris Johnson.
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El Partido Conservador ha perdido los dos escaños que se disputaban el jueves para sustituir a los diputados locales. El resultado refuerza la tendencia ya establecida en las votaciones recientes. Los laboristas recuperan una circunscripción en el norte de Inglaterra que se pasó a los conservadores por el 'brexit' y los liberal-demócratas se benefician en el sur del voto táctico 'anti-tory'.

Wakefield ha enviado a Westminster diputados laboristas en casi todas las elecciones desde la formación del Partido Laborista y la promulgación del sufragio universal. En 2019 eligió al primer conservador desde 1931. El elegido, Imran Ahmad Khan, tuvo que dimitir tras ser encarcelado por mantener relaciones sexuales con un menor.

Tiverton y Honiton son dos localidades del condado de Devon, en el sudoeste de Inglaterra. Dan nombre a una circunscripción de carácter rural creada en 1997 tras fundir dos existentes. En las elecciones desde esa fecha había aumentado su voto un diputado que tuvo que dimitir tras ser descubierto en la Cámara de los Comunes viendo pornografía en su móvil.

En Wakefield siempre ha existido un voto conservador significativo, que esta vez persiste. El 30% de los electores votaron al candidato conservador, un 17% menos que al encarcelado. El vuelco en Tiverton y Honiton es espectacular. El diputado dimitido ganó en 2019 con el 60,2% de los votos y ahora el aspirante 'tory' ha recibido el 28,4% de los sufragios.

Voto táctico

Tanto Keir Starmer como Ed Davey rehúsan hacer llamamientos al voto táctico, pero es evidente que en las últimas elecciones los votantes laboristas y liberal-demócratas votan al partido mejor colocado para arrebatar el escaño a los conservadores. Ese voto táctico podría deparar un Gobierno de coalición entre los dos partidos, según dicen los sondeos.

La derrota ha provocado la dimisión de Oliver Dowden, presidente del Partido Conservador, con asiento en el Gabinete. En una carta a su líder, Boris Johnson, que se encuentra en una cumbre de la Commonwealth en Ruanda, le dice que "no podemos seguir como si no ocurriese nada". "Alguien tiene que asumir responsabilidad y he llegado a la conclusión de que, en estas circunstancias, no sería correcto que yo permaneciese en el cargo", remacha.

Aunque el presidente tiene responsabilidad en la organización de campañas electorales, el descrédito de Boris Johnson es una de las causas del descenso en el voto. El mensaje público de Downden será interpretado como una forma indirecta de pedir al primer ministro que dimita. En los escaños del partido, se agudizará el temor a que la persistencia de Johnson les lleve a perder su empleo.

El 'premier' reconoció en Ruanda que "no voy a pretender que sean resultados brillantes, tenemos que escuchar, tenemos que aprender". Al mismo tiempo, se negó de nuevo a dimitir, determinado a "seguir adelante" con su trabajo y prometiendo desplegar "energía total" ante la crisis del creciente coste de la vida que asfixia a muchas familias británicas.

El líder liberal-demócrata, Ed Davey, incitó a los diputados conservadores a "hacer al fin lo correcto". "Este resultado es un despertador para todos los que están sosteniendo a Boris Johnson. No pueden permitirse ignorar este resultado", sentenció. Para Starmer, "el país a perdido la confianza en los 'tories'", porque al Partido Conservador "se le han agotado la energía y las ideas".

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