Washington traslada el conflicto de Ucrania al Consejo de Seguridad de la ONU

Será un duelo mano a mano entre la embajadora Linda Thomas-Greenfield y el veterano Vasily Nebenzya.

Pleno del Consejo de Seguridad en la sede de Naciones Unidad en Nueva York.
Pleno del Consejo de Seguridad en la sede de Naciones Unidad en Nueva York.
EFE

Para un diplomático convencido como Joe Biden, multilateralista de vocación, el lugar natural para debatir el conflicto de Ucrania es el Consejo de Seguridad de la ONU, un órgano creado al término de la Segunda Guerra Mundial precisamente para prevenir nuevas sacudidas a la paz internacional. Ahí es donde se debatirá este lunes, si Rusia no consigue impedirlo.

Será un duelo mano a mano entre la embajadora Linda Thomas-Greenfield, una diplomática de carrera que ya sirviera durante el Gobierno de Obama como subsecretaría del Departamento de Estado para Asuntos Africanos, pero que se estrena a este nivel en la ONU, y el veterano Vasily Nebenzya, que lleva casi cinco años representando a Rusia en Nueva York. La estrategia rusa es reírse de la histeria norteamericana, que califica de truco publicitario en detrimento de la reputación de la ONU, mientras que la de Estados Unidos es obligar a Moscú a retratarse frente al mundo.

Rusia intentará abortar el debate que, paradójicamente, se producirá un día antes de que asuma la presidencia en turno del órgano más importante de la ONU, cuya agenda manejará durante el mes de febrero. Es, por tanto, la última gran oportunidad de Washington de poner la crisis de Ucrania a debate, si de verdad se produce la invasión que la Casa Blanca anticipa. «Este no es momento de esperar a ver qué es lo que ocurre», sermoneó al mundo en un comunicado la embajadora estadounidense. «Se necesita toda la atención del Consejo ya».

Para impedir que los quince miembros «examinen de frente los hechos y consideren lo que está en juego para Ucrania, para Rusia, Europa y el orden internacional», según ha pedido Thomas Greenfield al convocar la reunión, Moscú podría forzar una votación que aborte la agenda. Sólo que EE UU está convencido de que no obtendrá los nueve votos que necesita. Eso quiere decir que, casi con seguridad, hoy se producirá el debate, en abierto y transmitido en directo al mundo entero.

Esa será la mayor humillación para Moscú, que ya se mofa en Twitter de que EE UU haya propuesto discutir «sus propias acusaciones infundadas y conjeturas de amenazas a otro país», ya que ni el Gobierno de Kiev cree ahora mismo en una invasión.

Ambos tendrán la oportunidad de defender sus posiciones, pero no hay posibilidad alguna de que el Consejo de Seguridad adopte una resolución de condena porque Rusia es uno de los cinco países con derecho a veto. Cuanto más se retrata EE UU en el ámbito internacional, más fácil se lo pone a Putin para ganarle la partida sin pegar un solo tiro. Si el movimiento de tropas rusas se queda en nada, el Gobierno de Biden pasará a la historia como un histérico que puso al mundo al borde del colapso sin necesidad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión