La ruta migratoria más peligrosa del mundo

Casi 18.000 personas han perdido la vida en el canal de Sicilia desde 2014 mientras intentaban llegar a Europa

Restos de la patera hundida en el Mediterráneo con cien muertos.
Restos de la patera hundida en el Mediterráneo con cien muertos.
EFE

No se cansan de repetirlo tanto las Naciones Unidas como las ONG: la del Mediterráneo Central es la ruta migratoria más peligrosa del mundo. En lo que llevamos de año han muerto mientras trataban de llegar a Europa al menos 489 personas, si se incluyen las 130 que habrían fallecido el jueves en el último naufragio. Se trata de una estimación a la baja, pues la cifra real podría ser mucho mayor ya que un número indeterminado de embarcaciones desaparece en el Canal de Sicilia sin dejar rastro. "Están muriendo en el mar sin que lo sepamos. Debemos apelar a nuestra conciencia para que los países europeos patrullen el Mediterráneo de modo más eficaz", exige Flavio Di Giacomo, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), recordando que ahora mismo todavía hay un barco con unas 40 personas a bordo al que se le ha perdido la pista tras zarpar esta semana desde Libia con destino a las costas europeas.

La OIM recurre a las estadísticas para desmantelar la falsa creencia de que la presencia de naves humanitarias en el Mediterráneo Central incita a los inmigrantes a echarse al mar, al esperar supuestamente ser socorridos. "Los datos demuestran que estas personas parten igualmente cuando no están los barcos de las ONG, cuyo trabajo se intenta dificultar ahora con motivos burocráticos u organizativos", lamenta Di Giacomo. A su juicio la situación actual del Mediterráneo Central resulta "inaceptable", pues los países europeos deberían contar con la voluntad y la capacidad suficiente para intervenir de manera rápida en el mar.

Uno de los cadáveres rescatados del mar este viernes
Uno de los cadáveres rescatados del mar este viernes
Efe

"A esas lanchas les bastan unos minutos para hundirse. Son tragedias que dejan un sabor amargo porque no hemos hecho todo lo posible para salvar a esas personas", recuerda el portavoz de la OIM. "Las autoridades europeas se rebotan de unas a otras la responsabilidad, lo que produce más naufragios. Y como Naciones Unidas, llevamos tiempo advirtiendo que los inmigrantes no pueden ser llevados a Libia, no se trata de un puerto seguro".

"No es un problema numérico"

Desde 2014 son más de 23.000 las personas fallecidas o desaparecidas cuando trataban de llegar a Europa por mar, la mayoría de ellas en el Canal de Sicilia (casi 17.800), seguidas de la ruta del Mediterráneo occidental hacia España (2.300) y la del Egeo (1.700). Fueron 1.455 los inmigrantes que perdieron la vida al cruzar el Atlántico hacia las Canarias en ese período.

Las estadísticas muestran además que la expresión habitual de 'ola migratoria' no se corresponde con la realidad de hoy. "Es una narración que se ha impuesto pero que no es verdad. Es un problema humanitario, no numérico", advierte Di Giacomo. Basta pensar que, en 2020, 34.000 inmigrantes llegaron a Italia por mar, cinco veces menos respecto a los 180.000 de 2016. En España el pico más reciente se alcanzó en 2018 con 58.525 migrantes (40.000 el año pasado), incluida la ruta atlántica. En Grecia quedan muy lejos los más de 850.000 refugiados e inmigrantes que cruzaron el Egeo en 2015, pues en 2020 fueron 9.200.

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