China cambia la ley electoral de Hong Kong para anular a la oposición democrática

En la mayor reforma desde su devolución por Reino Unido, exige a los candidatos locales lealtad al Partido Comunista.

El régimen chino reformará su sistema electoral para asegurarse su control
El régimen chino reformará su sistema electoral para asegurarse su control
LAM YIK

En el mayor cambio político en Hong Kong desde su devolución por parte de Reino Unido en 1997, el régimen chino reformará su sistema electoral para asegurarse su control y que la oposición, que ya de por sí lo tenía difícil, no pueda gobernar jamás. En la clausura de su reunión anual, así lo aprobó su Parlamento orgánico, que no destaca precisamente por sus debates acalorados ni por la pluralidad de ideas políticas. De sus 2.896 diputados, todos menos uno votaron a favor de cambiar la ley electoral hongkonesa para que solo puedan gobernar los "patriotas", es decir, los leales al Partido Comunista.

A partir de ahora, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular decidirá cómo enmendar los anexos 1 y 2 de la Ley Básica de Hong Kong sobre la elección de su jefe ejecutivo y de su Parlamento local (Consejo Legislativo o 'Legco'). Para ello, según informa la agencia estatal de noticias Xinhua, Pekín ampliará de 1.200 a 1.500 miembros el comité que hasta ahora venía eligiendo al jefe ejecutivo de Hong Kong.

A la espera de que se concreten los detalles, estos 300 nuevos miembros serán diputados del Parlamento central y delegados de la Conferencia Político-Consultiva del Pueblo Chino, órgano asesor del régimen. Con su incorporación, Pekín se asegura un control aún mayor sobre el comité que selecciona al responsable del Gobierno de Hong Kong. Hasta ahora, dicho comité ha estado formado por cuatro grupos, la mayoría afines a Pekín, que contaban con 300 miembros cada uno y representaban a diversos sectores como los empresarios, los profesionales, los políticos y los colectivos sociales.

Todavía no se sabe si en el nuevo comité seguirán o no los 117 representantes elegidos por los concejales de distrito, que en su mayoría pertenecen a la oposición demócrata tras su arrolladora victoria en las elecciones municipales celebradas en noviembre de 2019. Pero, tanto si continúan como si no, su poder se verá diluido por la llegada de nuevos miembros leales a Pekín.

Además, el Parlamento local de Hong Kong se ampliará de 70 a 90 diputados. Hasta ahora, la mitad de ellos eran elegidos mediante sufragio universal y la otra mitad a través de votaciones sectoriales y gremiales. Pero todavía no se sabe cuántos de esos 20 nuevos diputados serán nombrados por el comité electoral que Pekín va a reformar.

Cadenas perpetuas

Sean los que sean, habrá además una comisión encargada de confirmar o rechazar a los diputados y candidatos a las elecciones en base a su "patriotismo". Dicho requisito ha sido duramente criticado por las potencias occidentales y por numerosas voces en Hong Kong porque servirá, de hecho, para anular a la oposición política que reclama democracia, acusada de "antipatriota" o "independentista" por cuestionar el régimen único del Partido Comunista.

"El objetivo de esta resolución está claro: asegurar que los patriotas gobiernen Hong Kong", justificó el primer ministro, Li Keqiang, en su rueda de prensa virtual al término de la Asamblea Nacional. Tras las violentas protestas de 2019 reclamando democracia, el régimen impuso el año pasado una draconiana Ley de Seguridad Nacional que castiga prácticamente toda oposición política al tipificarla como "subversión". Unos cargos que, penados hasta con cadena perpetua, han sido imputados a medio centenar de políticos y activistas por organizar el año pasado las primarias del bando demócrata.

Con dicha votación, en la que participaron más de 600.000 personas, querían designar a los candidatos con más opciones a ganar sus circunscripciones en las elecciones al Parlamento que se iban a celebrar el pasado verano, pero que fueron aplazadas un año con el pretexto del coronavirus. Gracias al malestar contra el creciente autoritarismo de Pekín, la oposición demócrata aspiraba por primera vez a controlar el 'Legco' para así bloquear al Gobierno, lo que ha sido considerado como "intento de subversión" en virtud de la Ley de Seguridad Nacional.

Violación del acuerdo

Con el argumento de «mejorar» el sistema electoral de Hong Kong y resolver sus "vacíos legales", Pekín veta de forma práctica a la oposición. Beneficiada directamente por la decisión, la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, se apresuró a mostrar su "más firme apoyo y sincera gratitud" al régimen nada más terminar la Asamblea. "Seremos capaces de resolver el problema del Consejo Legislativo politizándolo todo durante los últimos años y tratar de forma efectiva con los movimientos insensatos o fisuras internas que han roto a Hong Kong", aseguró Lam, según informa la radiotelevisión pública local.

Repitiendo el discurso de Pekín, señaló que "ha habido ciertos políticos con motivos ocultos que han conseguido un puesto en el Gobierno de Hong Kong explotando los vacíos del sistema electoral. Pero, en lugar de ayudar al Gobierno en su trabajo, lo han saboteado o incluido han asistido a fuerzas extranjeras a interferir en asuntos internos". Una alusión nada velada a los diputados y concejales de distrito demócratas.

Con esta reforma electoral, el autoritario régimen chino sigue estrangulando las libertades que tenía la antigua colonia británica bajo la fórmula de 'un país, dos sistemas' y 'alto grado de autonomía'. Aunque debía estar vigente al menos hasta 2047, ahora queda supeditada al principio de 'solo patriotas para administrar Hong Kong', lo que Reino Unido considera una violación del acuerdo de devolución y las democracias occidentales un retroceso de sus libertades.

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