Francia

Un ajuste de cuentas sume en el caos durante cuatro noches a la ciudad de Dijon

Chechenos armados llegaron de todo el país para vengar una paliza a un compatriota propinada por varios narcotraficantes

Un coche ardiendo en Dijon
Un coche ardiendo en Dijon
VINCENT LINDENEHER

¿Guerra de territorios? ¿Ajuste de cuentas? La tranquila ciudad de Dijon se ha visto sacudida en las últimas cuatro noches por escenas que hasta hora sus habitantes sólo habían visto en el cine. Violentos disturbios protagonizados por decenas de hombres, encapuchados y armados con pistolas, barras de hierro, bates de béisbol y hachas enfrentan desde el viernes a miembros de la comunidad chechena venidos de toda Francia contra traficantes de una barriada popular con una gran comunidad de origen magrebí. Y todo ello ante la indignación de los vecinos, que se sienten abandonados por las fuerzas del orden.

Lo que empezó siendo un suceso local ha saltado al panorama mediático nacional por la violencia de las imágenes que se han difundido a través de las redes sociales, en las que pueden verse escenas de auténtico caos con cientos de personas enzarzadas en peleas, peligrosos derrapes con coches, vehículos y mobiliario urbano ardiendo y alarmantes imágenes de hombres enmascarados posando con armas automáticas de gran calibre -no se sabe si auténticas o de imitación- y profiriendo amenazas.

Varias personas han resultado heridas -el saldo total aún no está claro-, alguna por arma de fuego, y la Policía, que ha realizado un enorme despliegue en las últimas noches en el barrio -movilizando incluso tanquetas blindadas-, realizó cuatro detenciones el lunes. El secretario de Estado de Interior, Laurent Nunez, se desplazó este martes a Dijon para evaluar la situación y manifestar su apoyo a los vecinos.

Sin embargo, los habitantes del barrio de Gresilles, donde han tenido lugar los enfrentamientos, denuncian que durante las primeras noches de altercados las fuerzas de seguridad apenas intervinieron. Critican que, en plena campaña de elecciones municipales, ha sido rápidamente amplificada por políticos de un signo y de otro, desde el alcalde socialista de Dijon hasta la derecha de Los Republicanos, que deploran la "impotencia" del Gobierno, o la ultraderechista Marine Le Pen, quien habla de "guerra étnica" y , fiel a su estilo de no dejar escapar una oportunidad mediática, el martes tenía previsto visitar la ciudad.

Los sucesos comenzaron con la paliza que al parecer propinaron varios traficantes de Gresilles a un adolescente de 16 años de origen checheno el 10 de junio. En las redes sociales miembros de esta comunidad hicieron un llamamiento para "vengar" al joven, gravemente herido y que, a día de hoy, sigue hospitalizado.

"Expediciones punitivas"

La primera incursión se produjo la noche del viernes al sábado, cuando cerca de un centenar de chechenos venidos de las cuatro esquinas de Francia atacaron algunos locales del barrio donde aseguraban que se escondían los autores de la agresión. Las escenas de disturbios se repitieron durante las siguientes noches, con un grupo aún más numeroso de miembros de esta comunidad caucásica como protagonistas de lo que la Policía califica de "expediciones punitivas".

En la noche del lunes los disturbios se produjeron principalmente entre jóvenes de la zona de Gresilles, que aseguraban querer defender el barrio de los chechenos, y las fuerzas del orden. Los violentos destrozaron cámaras de seguridad, dispararon al aire e incendiaron vehículos y contenedores. Un equipo de periodistas de la televisión pública France 3 fue también atacado por hombres que blandían barras de hierro, mientras su vehículo resultó apedreado y lanzado contra una barricada en llamas.

"La Policía no ha hecho bien su trabajo", denunció este martes el alcalde, François Rebsamen, muy preocupado con la deriva actual de los acontecimientos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión