May exime del pago de 73 euros a los europeos con más de cinco años en Reino Unido que quieran quedarse

La primera ministra británica dice contar con "varias opciones" para resolver la controversia en torno a la frontera irlandesa.

La primera ministra británica, Theresa May
La primera ministra británica, Theresa May
REUTERS/Hannah McKay

El Gobierno británico eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) para adultos y 32,50 libras (37 euros) para menores de 16 años que cuesta a los comunitarios pedir el "estatus de asentado" para quedarse en el Reino Unido después del "brexit", anunció este viernes la primera ministra, Theresa May.

May dijo que estas tarifas se anularán cuando el proceso de solicitudes se aplique en firme a partir del 30 de marzo, a fin de evitar que haya "impedimentos financieros" para los comunitarios que deseen quedarse en territorio británico tras la salida del país de la Unión Europea (UE), el 29 del mismo mes.

El Gobierno británico anunció el año pasado los requisitos que debían cumplir quienes aspiren al 'estatus de asentado', una nueva figura con la que Londres quería dar garantías a los ciudadanos de la UE de cara al divorcio de Reino Unido con el bloque comunitario. Entre dichos requisitos figuraba carecer de antecedentes penales y pagar una tasa de 65 libras.

May, que ha comparecido este lunes para informar de los nuevos pasos a seguir tras el rechazo de los diputados a su Tratado de Retirada, ha insistido en que el Ejecutivo está decidido a mantener "prácticamente en los mismos términos" los derechos de los ciudadanos comunitarios, tanto si hay acuerdo como si no el próximo 29 de marzo.

En un aparente guiño a la UE, de la que busca nuevas "garantías" que le permitan sortear la oposición interna, May ha anunciado la eliminación de la tasa para los ciudadanos comunitarios, de tal forma que el dinero no pueda ser una barrera para garantizarse la residencia. Quienes ya hayan pedido dicho estatus podrán solicitar el reembolso de las 65 libras.

Llamamiento a Corbyn

El principal escollo sigue siendo el futuro de la frontera irlandesa, en concreto el plan de emergencia ('backstop') que figura en el Tratado de Retirada para evitar un bloqueo en caso de que se consumase la ruptura definitiva --en principio a finales de 2020-- sin un acuerdo concreto y claro sobre esta cuestión.

May ha explicado que sigue "explorando" con otros diputados "varias opciones" para sortear las actuales suspicacias y ha llamado al líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a sumarse a las negociaciones. "Dada la importancia de este asunto, todos deberíamos estar dispuestos a trabajar juntos", ha defendido.

Corbyn, sin embargo, ha cargado contra unas "conversaciones falsas" que, en su opinión, no se han traducido en ningún avance. Para el líder laborista, este diálogo evidencia un "teatro" por parte de May, a la que ha acusado de estar en "fase de negación" en su defensa de un acuerdo "impracticable".

"Es momento de que el Gobierno escuche", ha reclamado Corbyn, que le ha preguntado a May qué líneas rojas está dispuesta a saltar para sortear las actuales diferencias. Por ahora, el Ejecutivo se mantiene en su negativa a convocar elecciones, un segundo referéndum o aplazar la fecha de salida de la UE.

May, que ha hablado en los últimos días con varios dirigentes europeos, ha asegurado que las alternativas que están sobre la mesa no satisfacen el resultado del referéndum de junio de 2016 y ha advertido de que la UE no aceptará un aplazamiento de los plazos sin una hoja de ruta clara.

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