Desalojan a todos los inmigrantes que ocupaban un centro de detención en Papúa

Internos y activistas han denunciado violenia y lesiones, las cuales las autoriades han negado.

Los internos en una de las salas del centro
Desalojan a todos los inmigrantes que ocupaban un centro de detención en Papúa

Las autoridades de Papúa Nueva Guinea desalojaron este viernes a la totalidad de los 328 inmigrantes que hasta ahora ocupaban el centro de detención de la isla de Manus, gestionado por Australia hasta su clausura el 31 de octubre.

"El Gobierno australiano tiene conocimiento de que todos los hombres que anteriormente rehusaban abandonar el antiguo centro de tramitación regional de la isla de Manus han salido hacia los alojamientos alternativos", confirmó en un comunicado su ministro de Inmigración, Peter Dutton.

La Policía y funcionarios de Inmigración papuanos entraron al centro de Manus, clausurado en virtud de un fallo del Tribunal Supremo, por segundo día consecutivo en el marco de un operativo en el que se ha denunciado el uso de la fuerza.

"Nos han sacado por la fuerza, han utilizado barras de metal hay varias personas que han sido heridas muy fuerte (...) a mí me esposaron y me trajeron a East Lorengau", dijo en una conversación telefónica con Efe Abdul Aziz, uno de los inmigrantes desalojados.

Aziz, de origen sudanés, agregó que "ahora estoy sentado esperando a las autoridades, sin una casa (...). No voy a olvidar este día. No puedo creer lo cruel que son los gobiernos de Australia y Papúa Nueva Guinea. No les importa si morimos o sobrevivimos".

Abdul Aziz es uno de los 328 hombres que ocupaban el centro sin agua, comida, servicios básicos ni atención médica, y que fueron trasladados a los nuevos lugares de acogida, a donde rehusaban ir por considerarlos otra forma de prisión y donde temen ser atacados por los lugareños.

En contraste con las denuncias sobre el uso de la fuerza en Manus, el ministro Dutton recalcó que "los activistas en Australia están haciendo hoy otra vez denuncias exageradas e inexactas de violencia y de lesiones en Manus y no han aportado ninguna evidencia para probarlas".

La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó el jueves su preocupación por las denuncias de uso de la fuerza en Manus, aunque añadió que había recibido garantías de que no se había recurrido a ella.

"Australia tiene la obligación de asumir responsabilidades y proveer protección efectiva, seguridad y soluciones duraderas a los refugiados y solicitantes de asilo en cooperación con las autoridades de Papúa Nueva Guinea", dijo Volker Türk, responsable de protección del ACNUR.

El centro de Manus y otro en Nauru, en el Pacífico sur, abrieron después de que Australia reactivara en 2012 su controvertida política de tramitar en países terceros las solicitudes de asilo.

Muchos de los internos en Manus y Nauru han huido de conflictos como los de Afganistán, Darfur, Pakistán, Somalia y Siria; otros han escapado de la discriminación como las minorías rohinyá, en Birmania (Myanmar), o bidún, en la región del Golfo.

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