May ordena a sus ministros de Exteriores e Interior hablar con EE.UU.

La 'premier' mantuvo este domingo una teleconferencia con Johnson y Rudd para darles esas instrucciones.

Theresa May en una imagen de archivo.
May pide a EE. UU. que no que se retire del mundo y le aconsejó "tener cuidado" con Putin
Reuters

La primera ministra británica, Theresa May, ordenó este domingo a sus ministros de Exteriores e Interior, Boris Johnson y Amber Rudd, que hablen con EE.UU. sobre las nuevas medidas migratorias impuestas por ese país, informó Downing Street.

May -que el viernes se reunió en Washington con el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha pedido a estos dos ministros que hablen por teléfono con sus colegas estadounidenses, tras la reacción provocada por el decreto ley contra nacionales de varios países musulmanes.

La 'premier' mantuvo este domingo por la mañana una teleconferencia con Johnson y Rudd para darle esas instrucciones, sobre todo para evaluar el impacto que las medidas puedan tener en refugiados y musulmanes, además de en nacionales británicos, muchos de ellos con doble nacionalidad de países vetados, indicó Downing Street.

La política de Trump suspende tanto la entrada de refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a ciudadanos con pasaportes de Libia, Sudán, Iraq, Somalia, Siria, el Yemen e Irán, países con historial terrorista, hasta que se establezcan nuevos mecanismos de escrutinio.

Según los medios británicos, la medida del Gobierno pone de manifiesto la seriedad con que la primera ministra aborda este asunto y para mostrar su determinación a responder ante la inquietud manifestada por británicos que puedan verse afectados.

En su cuenta de Twitter, Johnson calificó este domingo de "divisorio" y "equivocado" el veto impuesto por Trump y le criticó por "estigmatizar" a gente por su nacionalidad.

"Vamos a proteger los derechos y libertades de los nacionales del Reino Unido, aquí y en el extranjero. Es divisorio y equivocado estigmatizar por la nacionalidad", escribió el jefe de la diplomacia del Reino Unido, país tradicionalmente aliado de EE.UU.

La medida de Trump afecta al reconocido atleta y campeón olímpico Sir Mo Farah, nacido en Somalia, pero con nacionalidad británica, que teme que no le dejen entrar en EE.UU., donde viven sus hijos y donde habitualmente entrena.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en llegar a la Alcaldía de Londres, calificó este domingo de "vergonzosa" y "cruel" la política de Trump y dijo que perjudica "los valores de libertad y tolerancia sobre los que EE.UU. ha sido construido".

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