El primer ministro griego, Alexis Tsipras, recibió este viernes un amplio apoyo de la oposición de cara a la próxima cumbre europea sobre refugiados, en la que subrayará el compromiso de Grecia de proteger las fronteras exteriores de la UE, pero exigirá un reparto obligatorio de la cargas entre todos los socios.

La cita, a la que asistieron los líderes de todos los grupos, con excepción de los neonazis, y en la que Tsipras expuso su estrategia de cara a este Consejo Europeo extraordinario con Turquía, tenía como objetivo lograr el máximo consenso posible tanto en la gestión interna de la crisis como de cara al exterior.

"Hemos logrado sellar una estrategia nacional", dijo el ministro de Defensa y líder de los nacionalistas Griegos Independientes, Panos Kamenos, a la salida de esta reunión, que duró más de ocho horas.

Según indicó el líder del partido liberal El Río, Stavros Theodorakis, la estrategia acordada se basa en tres pilares: solidaridad con los refugiados, retorno de los migrantes que no tienen derecho a asilo y seguridad para la población de las islas y de las localidades fronterizas.

Tsipras tuvo que escuchar numerosas críticas a la forma en que ha estado gestionando la crisis y, si bien la oposición le apoyó en su línea de exigir responsabilidad y solidaridad a los socios europeos, le advirtió de no aislar a Grecia dentro de la Unión Europea.

En el texto, firmado por todos los líderes, menos los del Partido Comunista, la Unión Centrista y los neonazis (estos no habían sido invitados), Grecia se comprometer a proteger las fronteras exteriores de la Unión Europea, a cooperar con Frontex y a apoyar activamente la creación de una Guardia Costera Europea, dentro del respeto de la soberanía nacional.

Además, ampliará el número de alojamientos temporales para refugiados y reforzará en paralelo los centros vigilados para los migrantes irregulares que deben retornar.

Como ya expuso Tsipras a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Grecia exigirá que haya un reparto obligatorio de la carga entre todos los países miembros de la UE, en función del peso económico y población de cada uno.

Además, insistirá en la puesta en práctica de los compromisos adquiridos el año pasado por los socios comunitarios respecto a reubicación de 160.000 refugiados desde Grecia e Italia.

Hasta ahora tan solo han sido reubicados varios centenares de personas.

Asimismo, apelará a que se materialice el programa de reasentamiento para refugiados que se encuentran en Turquía, que hasta ahora han acogido al mayor número de personas.

Mientras tanto, la situación en la frontera con Macedonia se torna cada vez más dramática, con más de 12.000 personas hacinadas en un campamento que la pasada noche se convirtió en un gigantesco barrizal como consecuencia de las lluvias torrenciales.

Al mismo tiempo, continúan llegando refugiados al puerto del Pireo en Atenas, donde más de 3.000 personas han abarrotado cuatro salas de embarque y han instalado tiendas de campaña en los alrededores.

En las islas del mar Egeo, a su vez, hay 6.200 personas que ya han sido registradas e identificadas y esperan a ser trasladadas a Atenas.

En total, las últimas cifras hablan de unas 32.000 personas varadas en distintos puntos del país, entre centros de acogida, campamentos y refugiados y migrantes que duermen a la intemperie o en sus propias tiendas de campaña.

Casi 135.000 personas han cruzado el Mediterráneo en lo que va de año, de los cuales más de 125.000 llegaron a las islas griegas, procedentes en su mayoría de Siria, Afganistán e Irak, según los datos publicados hoy Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El 60% de los que llegan son mujeres y niños, un aumento considerable en comparación con el pasado septiembre, cuando ese grupo era el 27 %, según informó Katerina Kitidi, portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).