Heraldo del Campo

Al menos 15 muertos y 70 heridos en Bagdad por una serie de explosiones

Esta ola de explosiones coincide con una amplia ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico. 

Al menos 15 personas murieron este sábado y 70 resultaron heridas en una cadena de atentados perpetrados principalmente contra zonas de mayoría chií de Bagdad, informaron fuentes de seguridad iraquíes.


Esta ola de explosiones coincide con una amplia ofensiva de los yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) en varias provincias iraquíes, entre ellas Al Anbar, donde este sábado tomaron durante unas horas a cientos de rehenes en la universidad de Ramadi.


En total, estallaron cinco coches bomba y un artefacto explosivo de forma casi simultánea en la capital.


El atentado más mortífero tuvo lugar en el distrito de Karrada, en el centro de Bagdad, cerca del hotel Babilon, donde fallecieron cuatro personas y quince sufrieron heridas por la explosión de un coche bomba.


Otro de los vehículos estalló en el barrio de Nuevo Bagdad, en el sur de la ciudad, causando la muerte a tres personas e hiriendo a otras catorce.


Se desconoce por el momento la autoría de estos ataques, que llevan sin embargo el sello del EIIL, que desde el jueves pasado mantiene en jaque a las fuerzas de seguridad.


Los extremistas irrumpieron este sábado en la universidad de Ramadi tras detonar dos artefactos explosivos y enfrentarse con los guardas del edificio, donde estuvieron parapetados durante unas horas.


A la zona se desplazaron fuerzas mixtas del Ejército y la Policía, que lograron evacuar a los rehenes y se enfrentaron posteriormente con los radicales en varios barrios de Ramadi.


Los combates entre el EIIL y las tropas iraquíes también continuaron este sábado en la ciudad septentrional de Mosul, donde en las últimas 48 horas han fallecido una treintena de yihadistas, 25 policías y diez soldados.


Irak afronta un aumento de la violencia confesional y de los atentados terroristas, que causaron en 2013 la muerte de más de 8.860 personas, de las que 7.818 eran civiles, según un recuento de Naciones Unidas.