El Partido Popular español espera haberse asegurado más poder y un papel relevante en los órganos de decisión de la UE tras las elecciones del 25 de mayo, al tiempo que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, confía en haber logrado esta posición tras su apoyo a la candidatura de Jean Claude Juncker.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha dicho estar "contento" con el resultado del congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que ha elegido a Jean Claude Juncker como candidato de esta organización a presidir la Comisión Europea.

Los votos españoles han ayudado a que Juncker fuese elegido, en el congreso del Partido Popular Europeo (PPE), celebrado en Dublín, candidato a la Presidencia de la Comisión, aunque hasta esta mañana no se ha sabido cuál iba a ser el sentido del voto de la delegación encabezada por Rajoy.

El PP español tenía sus reservas sobre la candidatura de Juncker -apoyada por la CDU de Angela Merkel, entre otros- porque querían el compromiso del candidato luxemburgués de que será presidente de la Comisión pasados los comicios, y no aspirará a presidir el Consejo Europeo como señalaban algunas fuentes.

Las dudas parecen haberse disipado porque la delegación española se ha sumado a los votos para Juncker frente al francés Michel Barnier, y todos los miembros del PP español consultados hoy coincidían en señalar que Rajoy se ha asegurado para España una presencia señalada en el Ejecutivo comunitario y en otros órganos relevantes.

El PP de Rajoy considera estar ahora en la "primera línea de la negociación" con sus socios europeos, como apuntaba un diputado del partido. No en vano, decían por otro lado fuentes gubernamentales, son el segundo partido gobernante más fuerte de entre los que integran el PPE, y "eso se tiene que notar".

Una vicepresidencia económica en la futura Comisión Europea, la Presidencia del Eurogrupo e incluso alguna cosa más, según los más optimistas, es lo que puede lograr España con el PP, aunque en el partido insisten en que ésta es una carrera de fondo que no ha hecho más que empezar, y queda mucha negociación por delante, sin olvidar los resultados electorales del 25 de mayo.

"Contento" ha dicho estar Rajoy con los resultados de este cónclave y "también" con el papel que tendrá España en el futuro gobierno europeo, aunque no ha querido aventurar en qué medida. "Ya lo veremos", ha dicho a los periodistas al abandonar el centro de convenciones de la capital irlandesa.

Antes, en su intervención en el plenario, el jefe del Ejecutivo español ha puesto en valor la labor de todos los gobiernos de partidos integrados en el PPE, que son, ha dicho, los que han permitido que Europa esté ya saliendo de la crisis económica más grave que ha sufrido desde la segunda guerra mundial.

Partidos que han recibido en su mayoría, ha dicho "herencias" -de los gobiernos anteriores- que "a nadie le hubiera gustado" tener pero que han tomado medidas "valientes".

Sin olvidar que varios países, especialmente el suyo,siguen sufriendo el grave problema del desempleo, Rajoy ha insistido en que "las cosas han cambiado" ya en la UE, y ha destacado el papel de los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso.

"Gracias por el trabajo bien hecho", ha dicho Rajoy dirigiéndose a ambos, además de señalar que en una etapa "muy difícil" los dos han estado "a la altura de las circunstancias" y se merecen "el homenaje" de todo el PPE.

No sólo de economía ha hablado Rajoy en su discurso, ya que también ha hecho un llamamiento a todos los populares europeos a defender "los principios de paz, convivencia, libertad, derechos humanos e integridad de los estados nacionales".

Y lo ha hecho un día después de conocerse que el manifiesto electoral del PPE contiene una frase que ha defendido el PP español, la de que "la unidad interior de los Estados miembros es esencial para la Unión Europea".

Rajoy ha partido de Dublín tras clausurarse el congreso de los populares europeos con una foto de familia en la que además de los jefes de gobierno estaban buena parte de los cabezas de lista nacionales, aunque no el español.

Y es que el presidente aún tiene que decidir quién será el número uno de la lista española a las elecciones del 25 de mayo, algo que se espera anuncie en los próximos días.

Casi todos en el partido siguen coincidiendo en que la apuesta de Rajoy será el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete.