El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha asegurado este viernes que la investidura de Hugo Chávez, prevista para el 10 de enero puede ser retrasada, en virtud del delicado estado de salud en el que se encuentra por las últimas complicaciones respiratorias. 

La presencia del presidente venezolano el 10 de enero, puesto que es un "simple formalismo", según ha sostenido Maduro, en una entrevista conducida por el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, y retransmitida por la cadena estatal Venezolana de Televisión.

Así pues, el presidente electo venezolano podrá oficializar la toma de su cargo ante el Tribunal Supremo de Justicia venezolano más adelante, y no ante la Asamblea Nacional necesariamente. Entretanto, Chávez "continúa en sus funciones", según Maduro.

"La Constitución establece que, en todo caso, como formalismo, debe presentar su juramento ante la Asamblea Nacional el 10 de enero, pero ya el 10 de enero comienza el nuevo periodo constitucional. Él (Chávez) continúa en sus funciones y se establecerá (...) en el momento que pueda prestar juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia", ha afirmado el vicepresidente.

Su ausencia

Las "faltas absolutas" de un presidente se producen, de acuerdo con el artículo 233 de la Constitución venezolana, "con su muerte, su renuncia o su destitución decretada por el Tribunal Supremo de Justicia". A esto se le une también una "incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional".

Maduro ha insistido en que en "ninguno de los casos" citados en dicho artículo constitucional "se aplica en estos momentos". "No hay falta absoluta", ha sentenciado.

La ausencia de Chávez está amparada por "una autorización constitucional", ha remarcado Maduro, que está explicitada en el artículo 231 de la Carta Magna venezolana que contempla "una flexibilidad dinámica".