EN HUESCA

La lluvia convierte el Coso de Huesca en una pista de patinaje

Los viandantes aseguran que son frecuentes los resbalones causados por la superficie de las baldosas al contacto con el agua.

La calle Coso en Huesca
La lluvia convierte el Coso en una pista de patinaje
J. S.

El Coso de Huesa, la arteria más popular de la capital altoaragonesa, se convierte en un peligro para los viandantes los días de lluvia, hielo o nieve. Y es que las aceras, se convierten entonces en auténticas pistas de patinaje. "Resbala y mucho, incluso conozco gente que se ha caído", asegura Luis Casaus, vecino de la capital oscense. "Cambiarlo ahora puede ser un lío, pero quizá cuando se pongan a hacer obras deberían estudiar el piso que se pone. Para eso están los arquitectos. Deberían haber sabido cuando lo pusieron que esto iba a resbalar", añade este ciudadano.


"Estas baldosas son, sobre todo, las que más resbalan", remarca otro viandante, José Antonio Castillón, al tiempo que señala las baldosas rectangulares de color fucsia que cubren gran parte de las aceras de la arteria oscense. "En ocasiones escuchas que ha ocurrido un accidente por esta causa, en especial de personas mayores, que tienen que tener siempre más cuidado. No iría mal un cambio, pero claro, ahora los ayuntamientos andan escasos de dinero, pero todo se andará", afirma Castillón. "Nosotros llevamos poco tiempo viviendo en Huesca y hemos tenido la misma impresión. Las baldosas de este suelo son muy resbaladizas. Son como las que se pueden encontrar en el suelo de una casa", afirma, por otra parte, otra vecina, María Ángeles Luna.


Para Luis Bueno, también de la capital oscense, una de las zonas más peligrosas es la plaza de Santo Domingo, en el extremo del Coso Bajo. "Allí cuando llueve se forma una película muy resbaladiza y a uno le parece que va pisando huevos de gallina. En invierno además, resulta muy difícil quitar el hielo que se forma. Tal vez sería conveniente un pavimento un poco más rugoso para que el zapato o el calzado se adhiera un poco mejor", opina Bueno. En esta zona, el Ayuntamiento suele instalar en invierno pequeños depósitos de sal con el fin de adecuar la acera al paso de los viandantes.


Influye, asimismo, el tipo de suela del calzado, por lo que los días de lluvia, como los que se avecinan estos primeros días de noviembre, según las predicciones metereológicas, puede ser conveniente calzarse de forma adecuada para no pasar un mal trago. "Cuando llueve, con estas baldosas y con según qué zapatos, es fácil resbalarse. A mí, personalmente, me ha pasado", relata Aurora Gálvez. "Cuando ves que está lloviendo ya sabes que tienes que ir con cuidado. Después de haber cambiado las aceras tendrían que haberse dado cuenta de que son peligrosas", añade esta vecina de la capital oscense.

"Voy andando con miedo"

De esta forma, hay también viandantes para los que atravesar la calle principal de Huesca cuando ha cambiado el tiempo puede llegar a ser toda una aventura y que prefieren elegir otras rutas. "No tendrían que haber cambiado las aceras, deberían haber dejado las que había toda la vida. Estas resbalan muchísimo. Yo cuando llueve o está helada la calle, siempre voy andando con miedo, porque resbala mucho", interviene, por otra parte, Amparo Zamora. "Cuando llueve resbala muchísimo y dependiendo del calzado que lleves, es para pasarlo realmente mal. Y eso yo, que soy joven, que para una persona mayor debe ser angustioso", asegura además Toñi Gonemberg, quien añade: "si nieva ya, evito el Coso".


También confiesa caminar con miedo, Ana Ferrando, quien asegura que en más de una ocasión, se ha resbalado. "He visto personas que se han caído al suelo y todo, por eso creo que algo habrá que hacer. Además, también hay muchas baldosas levantadas con las que es fácil tropezar". Sin embargo, son malos tiempos para la Economía, por lo cual, como opina otra oscense, Blanca Gómez, "hay cosas más importantes que cambiar en la ciudad antes que arreglar que el Coso".