El 38, un picoteo adaptado a todos los formatos

El Tubo zaragozano sigue creciendo con nuevas propuestas como la de este gastrobar que, curiosamente, ya cuenta con una versión en la margen izquierda y que ahora busca hacerse un hueco en el centro. El local da mucho juego; tanto como para disfrutar de tres espacios diferentes: el de la entrada pensado para el tapeo rápido, y la zona de comedor, para disfrutar reposadamente de raciones y cazuelitas, y que en breve va a contar con un reservado para todo tipo de encargos.

En la carta aparecen montaditos tradicionales como el de atún, cabrales, rulo de cabra, pulpo (se presenta en forma de batida), pero la también la posibilidad de disfrutar de un entrecot de buey en formato de tapa (100 gramos aproximadamente por 4 euros). Esto mismo sucede con el atún rojo, que se ofrece en una brocheta (2 euros), de forma que por un precio razonable se pueden pedir productos que normalmente se presentan en raciones mucho mayores. Pero la tapa estrella, sin duda, es la tostada de bacalao ajoarriero con huevo frito y ajetes (2,50 euros).

En cuanto a las raciones, especialmente trabajadas están las alcachofitas fritas con foie. Se confitan en aceite de forma que no pierden color ni textura. A destacar, también, dos curiosos carpaccios. El de calabacín con salsa de mostaza o parmesano es una propuesta vegetariana muy atractiva. En el otro extremo, el de manitas de cerdo con aceite de trufa no resulta fuerte ni gelatinoso. Se deshuesan y cuecen las manitas, se cortan muy finas y se congelan para, en el momento del servicio, dar un golpe de gratinado y añadir el aceite trufado.

Donde más se refleja el recetario tradicional es en las cazuelitas: pochas con verduras, pisto con huevo, albóndigas con salsa de queso, bacalao ajoarriero… Y las presentaciones más diferentes, sin duda, son las brochetas (1,75 y 2 euros).

Prácticamente abarcan todo el recetario, desde entrantes (champiñón y alcachofa) o ensaladas, a pescados (salmón y mejillón), carnes (mini hamburguesa de ternera y solomillo de cerdo) y postres (frutas de temporada y trufas artesanas de distintos chocolates). Una de las más originales es la lanpiña. Lleva varios langostinos pelados y piña que se maceran en el almíbar de la fruta y se presentan después de haber pasado por la plancha con un poco de aceite y sal maldon.

A mediodía, El 38 ha optado por la fórmula del plato del día (6,95 euros) que tanto ha crecido. Incluye una tapa de la barra, el plato fuerte (patatas a la riojana, garbanzos con pulpo, fusilli boloñesa, pochas con pato…), copa de vino o caña. En fin, una propuesta muy variada la de este gastrobar que se completa con catas, presentaciones de productos, noches de copas y teatro, talleres de sushi…

Bar El 38 de Zaragoza

Calle Cinegio, 3. Zaragoza.

Horario: de 11.00 a cierre.

Domingo noche, cerrado. 

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