El foro de Bílbilis se llenó con las recreaciones históricas, que hicieron resurgir este yacimiento

Con exhibiciones de legionarios y gladiadores terminaron los actos para celebrar el medio siglo de excavaciones. La importante asistencia de público durante la jornadas demostró el interés que existe por la arqueología y la historia.

Los legionarios romanos, acampados en Bílbilis durante la recreación.
Los legionarios romanos, acampados en Bílbilis durante la recreación.
Jesús Macipe

Más de medio millar de personas se dieron cita este domingo en el foro de Bílbilis para presenciar la última de las actividades del programa Bílbilis Renascentis. Desde el viernes se explicó cuándo, y por el impulso de quiénes, comenzaron las excavaciones en este yacimiento, o cómo era la moda y el arte de la seducción en Roma. Se han celebrado talleres de cocina y se ha podido vestir la indumentaria de las distintas clases sociales. Así, con estas conferencias, demostraciones y recreaciones históricas, se logró el fin de semana atraer a vecinos y visitantes. También se pretendía, como decía el concejal encargado de yacimientos, Sergio Gil, "hacer un llamamiento para que haya una mayor intervención económica y puesta en valor de este yacimiento". Si se cumple ese objetivo está por ver.


La respuesta del público fue muy positiva. De haberse podido mostrar algunos espacios reconstruidos, el efecto que estas ruinas provocan en quienes las pisaron sería "totalmente distinto", aseguraba Manuel Martín Bueno. Habría una "trasmisión epidérmica", afirmaba quien ha trabajado y dirigido las excavaciones durante medio siglo. Eso se buscó durante el fin de semana, especialmente ayer, con las recreaciones de la Legio VII Clavdia Pia Fidelis, de la Legio IV Macedónica, y los combates de Ludus Augustus.Las leyes gladiatorias


Con estos más de cincuenta figurantes se pudo comprobar el gran peso que llevaban encima los soldados en sus misiones, o la tensión de un combate de gladiadores. Con realismo y rigor se rompieron mitos del mundo romano que el cine o la literatura han propagado, aunque no se ajustan a aquella realidad. "Estamos muy satisfechos con el resultado –comentaba Carlos Saénz Preciado, codirector del yacimiento–, no hay más que ver el foro, que jamás lo hemos visto así". Entre los que acudieron había muchos de fuera de Calatayud. Lo interpretaba Sáenz como una señal de que la arqueología es un elemento dinamizador, y que el resurgir de Bílbilis puede ayudar a la recuperación de Calatayud.


Ramón Faro, miembro del grupo Ludus Augustus y que ejerce de "summa rudis", era quien hacía cumplir las leyes gladiatorias, el árbitro de estas peleas. La gran pantalla y las series han obviado esta figura, aunque de la importancia de su función da idea el hecho de que, si alguno de los combatientes no las atendía, alrededor del anfiteatro había arqueros que le disparaban. Las armas que emplea este grupo de recreación histórica y sin ánimo de lucro no están afiladas, pero la pelea "no es un teatro, y tanto es así que en algunas ocasiones hay heridas, algunas que incluso necesitan algún punto de sutura", comentaba Ramón. Allí donde van no sólo luchan sino que explican cómo era la vida de los gladiadores. No todos fueron esclavos. Era, también, una forma de ganarse la vida. En un solo combate podían ganar hasta 12.000 sestercios, una cifra elevada si se la compara con los ingresos de los legionarios que cobraban entre 300 y 600. Aunque para los romanos eran infames, lo más bajo en la escala social, algunos eran el equivalente a las actuales estrellas del fútbol. Ni eran tan musculosos ni al salir a la arena pronunciaban la tan conocida frase de ‘Ave Caesar, morituri te salutant’.


Ángel Pérez, de la asociación Legio IV Macedónica, es natural de León y su historia personal está ligada a Bílbilis. "He tenido la gran suerte, el placer, y el orgullo de pasar casi 20 años aquí en diferentes excavaciones, descubriendo la ciudad de Marcial". Volver a esta fundación augustea, construida en altura, (algo que la hace peculiar), y divisar desde ella el valle del Jalón, le provocaba ayer cierta emoción. Como él, arqueólogos e historiadores explicaron a los asistentes, que para las clases populares romanas, formar parte de la legión era uno de los empleos mejor pagados. Percibían lo que hoy serían 1.200 euros. Eso sí, tenían que soportar, entre la vestimenta y las armas, más de 40 kilos de peso y caminar unos 30 kilómetros diarios.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión