BODEGAS

Una buena vendimia para olvidar un mal año

Enate se sumerje en la recogida de la uva, superado un concurso de acreedores que duró siete meses.

Enate, que se encuentra actualmente en plena vendimia, realiza toda la recolección de forma manual.
Una buena vendimia para olvidar un mal año
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En plena faena. Así se encuentra una de las bodegas más emblemáticas de la Denominación de Origen Somontano. Los vendimiadores, que no las máquinas porque la recolección es totalmente manual, ya han entrado en las parcelas de Enate, la conocida marca de la empresa Viñedos y Crianzas del Alto Aragón, integrada en el grupo Nozar, propiedad de la familia Nozaleda.


Aunque comenzaron a vendimiar el pasado día 19 de agosto, es ahora cuando las vendimia ha tomado fuerza, ya que las altas temperaturas de los últimos días han obligado a incrementar el ritmo de recogida. Pese a ello, la campaña se inició con un retraso de unos cinco días respecto a las fechas del año anterior. Un retraso que provocó, según los responsables de Enate, una primavera bastante lluviosa y algo más fría". Pese a todo, el mes de julio llegó con altas temperaturas y permitió, dicen desde la bodega, "niveles óptimos de madurez, con un perfecto estado sanitario".


Una de las características de Enate es el exhaustivo rendimiento productivo de sus viñedos. Así han conseguido que su producción media se sitúe esta campaña, como en los últimos años, entre los 4.000 y los 5.000 kilos por hectárea -cuentan con una superficie que rondan las 400 hectáreas, además de las uvas que adquiere de unas 230 hectáreas de viticultores de zona-.


En sus viñedos conviven en un 85% las variedades tintas con las blancas que ocupan un 15% de la superficie. Ya se ha comenzado a recoger chardonnay (blanca) y merlot (tinta), a la que seguirá la uva gewürztraminer (blanca y germánica) y las variedades tintas tempranillo y syrah. La última uva tinta en llegar a las bodegas será la cabernet sauvignon, con lo que se prevé que los trabajos de la vendimia de Enate no toquen a su fin hasta terminado septiembre, según explicaron los responsables de la bodega situada en el municipio oscense de Salas Bajas.


Se espera así una "buena" cosecha, tanto en cantidad como en calidad de las uvas, a las que el clima ha permitido una impecable sanidad. Una buena vendimia que servirá también para olvidar el difícil año que ha tenido que soportar esta bodega, que a pesar de su correcto funcionamiento y de estar al corriente de sus pagos se vio arrastrada por las deudas del grupo Nozar y obligada a presentar en diciembre de 2010 concurso de acreedores (antes suspensión de pagos).


Su buen hacer hizo que la bodega consiguiese siete meses después, el 28 de julio, salir de este proceso. Viñedos y Crianzas del Alto Aragón mostraba entonces "su firme decisión de continuar con ilusión y empeño" para seguir siendo un referente del sector del vino español. La prueba, una "buena" vendimia.