ECONOMÍA EUROPEA

Sarkozy proclama en Davos que Francia y Alemania «no dejarán caer al euro»

Trichet asegura que «no existe una crisis» de la moneda única y vuelve a insistir en la necesidad de ampliar al fondo de rescate.

Nicolas Sarkozy protagonizó ayer una encendida defensa del euro ante buena parte de la élite financiera mundial reunida en el Foro de Davos. «La canciller Merkel y yo, habéis escuchado bien, nunca dejaremos caer a nuestra moneda», proclamó el presidente francés. Con un tono apasionado y dirigiéndose en ocasiones directamente a su audiencia, el líder conservador llegó a retar a los inversores que no confían en la divisa única. «Aquellos que apuestan contra el euro que tengan cuidado con su dinero porque estamos decididos a defenderlo», subrayó.

El mandatario galo, que este año ejerce también como presidente del G-8 y el G-20, comparecía en el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad suiza después de que el jueves economistas como Nouriel Roubini, el experto que pronosticó el 'crash' internacional, alertaran de una posible fractura de la zona del euro.

Sarkozy no respondió a consideraciones concretas, pero recordó que tras el rescate de Grecia llegó a leer que el euro estaba «sentenciado a muerte». «Y aquí sigue», agregó antes de recordar que la moneda única es «una cuestión de identidad» para el continente.

El líder conservador recurrió a la historia reciente para explicar la importancia de la Unión Monetaria. «Imaginar que podríamos abandonar el euro supone no entender nada sobre la psicología de los países europeos, que nos hemos peleado durante décadas», remarcó. Por ello, insistió en que los inversores que actúen contra la divisa «se quemarán los dedos».

Aunque menos apasionado, Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE), también defendió en Davos la fortaleza de la moneda común. «No existe una crisis del euro. Algunos socios tienen problemas, pero no la zona del euro al completo», subrayó. Trichet, eso sí, volvió a mostrarse partidario de ampliar el fondo de rescate comunitario y hacerlo más flexible, lo que permitiría comprar deuda pública de los países más castigados por los mercados.

George Papandreu, primer ministro griego y también presente en Davos, respaldó las tesis del presidente del BCE porque ayudarían a «calmar» a los inversores. En cuanto a la posibilidad de que el país heleno se vea obligado a reestructurar su deuda, el mandatario socialista negó esta posibilidad, aunque confió en que tanto la UE como el FMI reduzcan los intereses de sus préstamos.

Consecuencias políticas

El inversor y millonario estadounidense George Soros, en cambio, pronosticó que la crisis fiscal de la zona del euro puede conducir a la desintegración de la Unión Europea (UE). «La crisis del euro está en camino de resolverse. Mediante una cooperación en política fiscal y el establecimiento de un fondo de apoyo de emergencia permanente, las consecuencias políticas de la crisis podrían ser a más largo plazo», dijo Soros.

El inversor auguró que países como Grecia e Irlanda, que han tenido que recibir ayuda del fondo de rescate europeo, van a crecer mucho más despacio que otras partes de la zona del euro.

El profesor de Economía de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini alertó de que el euro está muy fuerte y que la zona euro podría desviarse con un centro fuerte y una periferia más débil y al final con la salida de algunos países de la Unión Monetaria.