TESTIMONIOS

"Resulta vergonzoso lo que nos está pasando"

La noticia planeaba sobre la planta de Figueruelas desde hacía meses. Los trabajadores, desprevenidos, se debatían entre el enfado y la decepción

Sabían que podía pasar. De hecho, la opción ganadora de Magna era tan probable como la otra, la de RHJ. Pero era lo que menos les apetecía escuchar. La decisión del gigante norteamericano General Motors de vender Opel al fabricante de componentes planeaba sobre la planta de Figueruelas desde hacía varios meses. Y la noticia, aunque anhelada como agua de mayo por el sector industrial aragonés, ha pillado desprevenidos a los trabajadores de la planta zaragozana, que ayer reaccionaban a caballo entre el enfado de unos, la resignación de otros y la decepción de la mayoría. Mas no cabía la rendición: era tan solo una tregua, porque prometieron dar "mucha guerra".

 

"Es vergonzoso lo que nos está pasando. Si Angela Merkel apoya a los trabajadores alemanes y nuestro presidente Zapatero nos deja en la estacada a nosotros... uno puede imaginarse cómo estamos", explicaba Julio, un trabajador veterano en la planta de GM.

 

La mayoría de los trabajadores lamentaban, desilusionados, la falta de apoyo institucional, tanto del ejecutivo autonómico como del central, quienes, a sus ojos, "han escenificado un teatrillo". Otros arremetían también contra el comité de empresa, al que acusaban de "inexistente".

 

Pero sin duda, la sensación general pasaba por la creencia de que han primado los intereses políticos frente a los económicos. De hecho, Felipe, otro trabajador de Figueruelas, hizo alusión a "las posibles acciones del Tribunal de Competencia Europeo, del que esperamos que todavía tenga algo que decir", auspiciado por los Gobiernos inglés y español, que según dijo el trabajador, "ya habían avisado a Merkel de que no se podía ofrecer dinero a cambio de puestos de trabajo".

 

Tampoco era la primera vez que la plantilla de Figueruelas mostraba su preocupación por la "falta de información" de la dirección de la empresa. Según comentaron otros empleados, "la dirección de GM ha dado información muy sesgada y nos han mantenido al margen de lo que sucedía en todo el proceso de negociación".

 

Ayer, mientras cientos de trabajadores cambiaban el turno, tuvieron tiempo de acordarse también de las empresas auxiliares, a las que auguraron, "muy a su pesar", un futuro "peor que el suyo".