AUTONOMÍAS

Rajoy anuncia que no subirán los impuestos a los ricos

Cinco autonomías gobernadas por el PSOE sí aumentarán los tributos a las rentas más altas. Queda la puerta abierta a que se produzca una guerra fiscal entre regiones.

La crisis puede traer una consecuencia impensable, desatar una guerra fiscal entre comunidades autónomas. Cinco de las siete que gobiernan los socialistas han anunciado que incrementarán el IRPF para los ingresos más altos, mientras que las regidas por el PP se niegan a seguir ese camino. La lucha contra el déficit ha permitido que afloren nítidas algunas de las señas de identidad ideológica de la izquierda y la derecha. La primera ha optado por el recorte del gasto y el aumento de los ingresos, y la segunda ha preferido poner el acento en los planes de ahorro.


Cataluña, Andalucía, Extremadura, Baleares y Asturias, todas con presidente socialista, subirán los tipos del impuesto sobre la renta a las capas de población con mayores recursos. Tendrán que pagar más en el tramo autonómico del IRPF los catalanes que acrediten ingresos por encima de 120.000 euros; los asturianos y baleares, de 100.000 o más; los andaluces, a partir de 80.000; y los extremeños que ganen más de 60.000 euros. Otras dos, Castilla-La Mancha y Aragón, sin embargo, han anunciado que por ahora no seguirán ese camino; mientras que en el País Vasco, por la foralidad de su sistema fiscal, las políticas impositivas no están en manos del lendakari, partidario confeso de gravar las rentas más altas, sino de las diputaciones, y las tres están en manos del PNV.


Los socialistas echaron de menos que cuando José Luis Rodríguez Zapatero anunció el plan de ajuste el pasado 12 de mayo no incluyera un incremento fiscal para los ricos y adjudicara la parte del león del sacrificio a los funcionarios y los pensionistas. Así se lo expusieron al presidente del Gobierno varios 'barones' territoriales en un encuentro posterior, en el que reclamaron algún gesto en ese sentido.


El jefe del Ejecutivo asumió de alguna forma esas demandas durante el debate parlamentario del plan de ajuste dos semanas después, aunque de forma vaga. Anticipó que pedirá, sin poner plazos, una contribución adicional a los más ricos y calculó que ello afectaría al 0,01% de los contribuyentes. Es decir, a tres o cuatro mil personas.


Golpe de gracia


El PP, en coherencia con su discurso ideológico y las reiteradas manifestaciones de sus dirigentes, no está por la labor de coger "el camino fácil" de aumentar los tributos. Para que no quedaran dudas, el líder de la oposición anunció ayer en Ciudad Real, donde inauguró una convención de su partido en Castilla-La Mancha: "Ninguna comunidad gobernada por el PP va a subir los impuestos".


La opinión de Rajoy sobre el incremento fiscal es tajante y conocida. Es contrario porque, a su juicio, supone "un golpe de gracia" para las clases medias, y, además, es "negativo" para el crecimiento económico y "malo para la creación de empleo".