TURISMO

La exportación de servicios, una salida para las economías europeas en crisis

España vende fuera especialmente turismo y viajes por un equivalente al 8,2% del Producto Interior Bruto, mientras sus compras en el exterior representan el 5,8%.

Con la construcción paralizada y la industria seriamente tocada por el frenazo de la inversión, los servicios se convierten en el gran recurso de los países europeos para dinamizar sus maltrechas economías. Como la demanda nacional está cada vez más debilitada, la fórmula consiste en dar salida exterior a la oferta de servicios. Pero ¿se pueden vender fuera los servicios con la misma facilidad con que se exportan los bienes manufactureros?


Los expertos del departamento de estudios del Banco Central Europeo están seguros de ello. En la medida en que el mercado de servicios de la Unión esté más integrado y liberalizado -y la aplicación de la directiva comunitaria de servicios debe contribuir en buena medida-, aumentará la competitividad internacional de la zona, e incluso aumentará el bienestar de los ciudadanos del territorio, aseguran. La trasposición de la directiva es, por otra parte, una de las primeras medidas que se propone aplicar el Gobierno de Rodríguez Zapatero en su ofensiva de otoño. Como para el resto de los países de la eurozona, el plazo vence a finales del próximo año.


Con todo, los técnicos del BCE advierten que restan problemas por resolver. La directiva no se aplica a sectores clave, como las industrias de red o los servicios financieros. En las telecomunicaciones se han dato avances, pero el mercado aún dista mucho de estar integrado y se impone seguir avanzando en esa dirección para potenciar los efectos positivos sobre el crecimiento y el empleo.


Saldo favorable


En la actualidad, la zona del euro es el mayor exportador mundial de servicios, con un 25% de cuota en las transacciones que se realizan a escala planetaria. Los Quince cuentan, además, con la ventaja añadida de un reparto equilibrado en especialidades, mientras Estados Unidos y el Reino Unido -sus grandes competidores- están volcados en sectores concretos como los servicios financieros.


En los países de la moneda única, las exportaciones de servicios representan un importe equivalente al 8% del Producto Interior Bruto total, y las importaciones el 7,7% de esta magnitud. España ya está en línea con este promedio, con ventas por valor del 8,2% del PIB y compras exteriores del orden del 5,8%, tras registrar un fuerte repunte en sus exportaciones en la década 1995-2005.


España, junto con Francia, Italia y Portugal, destaca en las ventas de turismo y viajes, mientras que Alemania es comprador neto de estos servicios. El país germano está especializado en la exportación de servicios de construcción y transportes, Francia tiene una gran ventaja comparativa en las ventas al exterior de servicios personales, culturales y recreativos, Austria se ha especializado en la compraventa de seguros, Finlandia desempeña un destacado papel en el comercio de servicios informáticos, y Bélgica, gran importadora de servicios financieros, exporta ayudas a las actividades relacionadas con las comunicaciones y la construcción. La balanza comercial de servicios arroja saldos netos muy favorables en una mayoría de socios del euro.


Los expertos aseguran que cuando la directiva se aplique en los países de la zona euro las empresas de los sectores de servicios podrán obtener con más rapidez todas las licencias y permisos para establecerse en otros Estados, sin esperar años, como ocurre actualmente. Habrá considerables ahorros de tiempo y dinero, y los consumidores se verán beneficiados al ver reforzados sus derechos. Las autoridades comunitarias prevén bajadas de precios y mejoras en la calidad de los servicios, como ocurrió con la apertura del mercado de las telecomunicaciones.