EMPRESAS

La CNMV apuesta por subvencionar los costes de la salida de las pymes a bolsa

Con la financiación bancaria cada vez más cara y limitada, apoya que las empresas de menor tamaño coticen.

José María Castillejo, presidente de Zinkia, el día de su salida a bolsa (el MAB).
La CNMV apuesta por subvencionar los costes de la salida de las pymes a bolsa
EMILIO NARANJO/EFE

Lo están pasando mal y el horizonte parece peor. Las pequeñas y medianas empresas españolas financian sus planes y una parte de costes de funcionamiento cotidiano -desde el pago a proveedores a la renovación de equipos- mediante el recurso al descuento comercial y a las líneas de crédito. Puesto que la financiación bancaria va a endurecerse todavía más, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sugiere facilitar el acceso de las pymes a los mercados. En la actualidad no les compensa, porque nada menos que el 10% del dinero captado han de destinarlo a cubrir los requisitos exigidos. El supervisor considera más eficiente que reciban ayudas públicas que les abarataren estos costes. Estas y otras propuestas las formulará por los cauces oficiales antes de que termine el año, según se comprometió el presidente, Julio Segura, en el marco de su reciente comparecencia en el Congreso.


Revela la CNMV en su informe anual que las pymes españolas fueron las primeras en sufrir las restricciones de los préstamos -el grifo se cerró para ellas un año antes que para las grandes- y van a ser las más perjudicadas por los cambios que se ciernen sobre el sector bancario.


Dificultades para captar recursos


La reestructuración de las cajas, las duras perspectivas de negocio que encuentran las entidades financieras en una economía que crece a ritmo muy débil y el nuevo marco regulatorio que deriva del acuerdo bautizado como Basilea III -que va a exigir más capital a quienes practican la típica banca comercial de tomar y prestar dinero- dificultarán extraordinariamente a las pymes la recuperación de los canales de los que se han venido sirviendo tradicionalmente para obtener recursos.


Frente a este diagnóstico, el supervisor de los mercados lleva ya algún tiempo buscando soluciones alternativas y ha recabado la opinión de los expertos. Dentro de su ámbito sugiere potenciar el recurso de las pymes a la financiación de los mercados, denuncia los obstáculos que han venido lastrando esta posibilidad y analiza las fórmulas que han tenido éxito en otros países de la Unión Europea, junto a las aplicadas en España por algunas comunidades.


La crisis ha afectado a todos, pero a las pymes más. Los autores del informe detectan que las empresas de pequeño tamaño, fuertemente dependientes de la financiación bancaria, han soportado un mayor encarecimiento del crédito y están viendo quebrados sus vínculos de relación con sus acreedores tradicionales. Pese al gran peso que en la estructura productiva española representan las pymes -más de 2,6 millones, el 99,9% del total, frente las 3.000 de mayor dimensión, que son apenas el 0,1%- su financiación a través del mercado resulta insignificante.


El mercado español alternativo es el MAB, que empezó a operar en julio de 2009 y que contaba con 13 empresas cotizadas a finales de febrero pasado. Desde su creación, estas sociedades habían captado 63 millones de euros y la capitalización de ese mercado se limitaba a 321 millones al término del pasado ejercicio.


Experiencias de este tipo pueden alcanzar el éxito, y buena prueba de ello es el Alternative Investment Market de Londres, donde cotizaban más de 1.200 compañías a finales de 2010. La City ha atraído a empresas de países distintos del Reino Unido, y se beneficia, además, del fuerte desarrollo del capital riesgo. En España, esa tercera opción, las inversiones de capital riesgo, tampoco presentan un panorama brillante. Las inversiones centradas en las primeras fases de desarrollo de la empresa pasaron de una cuota equivalente al 0,3% del PIB en 2007 al 0,1% dos años más tarde.