CRISIS

La economía aragonesa, estancada hasta junio de 2011

Prevé que en el segundo semestre del año próximo se registrará un crecimiento cercano al 2%.

La industria es el sector que más está sufriendo la crisis.
La economía aragonesa, estancada hasta junio de 2011
óLIVER DUCH

La economía aragonesa seguirá estancada, plana, por lo menos hasta el segundo semestre del año próximo, según avanzó ayer José María Serrano, director de Fundear (Fundación de Economía Aragonesa), quien, sin embargo, dio un toque de optimismo al vaticinar que en esa fecha el PIB regional podría volver a crecer en un porcentaje cercano al 2%.


Durante la presentación del informe anual que Fundear elabora para las Cámaras de Comercio e Industria (con la financiación de Caja Inmaculada), Serrano explicó los efectos que la crisis económica había tenido para Aragón durante 2009, año en el que se vivió la fase más aguda. Así, recordó que el punto de inflexión de la crisis en la comunidad se había producido en el segundo semestre de 2009: lo más duro de la situación se vivió durante el cuarto trimestre de 2008 y el primer semestre de 2009. A partir de ese momento, dijo Serrano, en el segundo semestre de 2009 se tocó fondo y se volvió a "cifras de normalidad; comenzamos a salir a flote", aunque desde entonces, "la recuperación está siendo extremadamente lenta, se crece pero de manera levísima".


Esta situación hace prever que en lo que queda de año y durante el primer trimestre de 2011, no se van a apreciar grandes cambios, se seguirá manteniendo una lenta recuperación, lo que arrojará un crecimiento 0 para 2010. "Posiblemente, en el segundo semestre de 2011 habrá un nuevo repunte -apuntó el director de Fundear- y se registrará un crecimiento económico apreciable. Nos acercaremos al 2%".


Recetas para superar la crisis

Claro que para lograr un porcentaje tan optimista deben cumplirse algunos requisitos, como que se logre el "sosiego en los mercados internacionales; se consiga la estabilización financiera y se hagan las reformas que se precisan". Sobre las recetas más idóneas para alcanzar el necesario equilibrio financiero en las administraciones públicas, Serrano se mostró más partidario de "repensar los gastos que de tocar los ingresos. Salvo algún impuesto como el de patrimonio, que quizá podría recuperarse, no me parece oportuno tocar los ingresos; creo que sería mejor repensar las grandes partidas de gasto. Quizá habría que pensar que hemos tenido un problema de sobreinversión pública; quizá no tenemos que tener más kilómetros de AVE que nadie en el mundo", reflexionó.


En opinión de Serrano, los motores de la recuperación económica deben ser las familias (el consumo interno) y la exportación, "no el sector público".


En este sentido, el director de Fundear se mostró optimista porque en la comunidad aragonesa, tanto el comportamiento de las familias como la exportación están yendo en esa línea. "Desde el segundo trimestre de este año -avanzó Serrano- se está notando en las familias y en las empresas una mayor tendencia al gasto". En cuanto a los datos de exportación, Serrano dijo que Aragón estaba teniendo "un sorprendente éxito exportador, pero aún es un motor insuficiente para ayudar a la recuperación".


La industria, la gran pagana

Sobre las peculiaridades que la crisis está teniendo en la comunidad, Serrano hizo notar cómo el núcleo de la crisis en Aragón es la industria. "Vamos a contracorriente de lo que pasa en el resto del país -dijo Serrano- donde el sector que más ha sufrido es el de la construcción". El director de Fundear explicó que todas las variables del año pasado muestran esta realidad: la industria está sufriendo intensamente la crisis; la caída de la demanda ha sido decisiva.


Sobre este tema, Joaquín Franco, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza, que participó también (junto al presidente de la CAI, Juan Pemán) en la presentación del informe, se mostró de acuerdo en el daño que la crisis está haciendo a la industria regional: "La industria está enferma -dijo- y ante la incertidumbre que vivimos debe aprender a adaptarse a la crisis; ajustar sus gastos a sus ingresos, revisar todas sus partidas".