AGRICULTURA

España supera a Francia en las exportaciones de vino

Internet y la botella de aluminio, nuevos retos de este clásico de la dieta mediterránea.

El vino español ha superado al francés en volumen de exportaciones durante 2008 y ya es el segundo a nivel mundial tras Italia. España ha sido uno de los países que más ha incrementado sus exportaciones en el último año a pesar de que el consumo mundial ha caído, circunstancia que algunos expertos atribuyen a la crisis económica, pues se ha bebido menos en países de tradicional consumo vinícola como Francia, Italia, España o Alemania. Relanzar este consumo tanto en el interior -en España sigue cayendo año tras año- como en el exterior es uno de los retos del sector español que del 5 al 7 de mayo tiene una cita en Ciudad Real en la V Feria Nacional del Vino (FENAVIN), la única feria monográfica del vino de España y una de las más importantes de Europa. Conquistar nuevos mercados, aprovechar las ventajas de Internet y buscar envases alternativos al vidrio son otros retos que se debatirán en esta feria.


El vino español ha vivido en las últimas décadas una transición de los caldos más clásicos a los vinos de autor. El consumidor está variando sus gustos y está pasando de degustar el típico vino de barrica a disfrutar otros más frutales y de variedades de uva poco extendidas en España. Además, los jóvenes se decantan por otras bebidas en una tendencia inversa a la que está dándose en Estados Unidos.


"A pesar de la actual situación económica mundial, el mercado del vino estadounidense sigue creciendo a buen ritmo como consecuencia directa de un mayor consumo de vino y de la 'generación del milenio, es decir, personas de ambos sexos de hasta 32 años que están más interesados en el vino que las generaciones precedentes", sostiene el experto Paul Wagner, presidente de Balzac Communications & Marketing", que también acudirá a FENAVIN. Wagner cree que "España jugará un papel protagonista en el mundo del vino durante al menos los próximos diez años" y que la clave estará en saber cómo llegar a esta nueva generación formada por "jóvenes sin miedo que han nacido con un ordenador bajo el brazo y un MP3 en el bolsillo, que no aceptan las tradiciones establecidas sobre vinos y que están deseando experimentar cosas nuevas".


En este punto, Internet se presenta como una vía ideal para conectar con este segmento del mercado. En ello está de acuerdo Félix Solís Ramos, director de Exportación y Marketing del grupo vinícola manchego 'Félix Solís', para quien "Internet se convertirá en un canal muy válido para el futuro inmediato". "El tablero en el que se mueve el mercado del vino es cada vez más global y aquí miramos cada vez más a la exportación ante el descenso del consumo doméstico. También hay que involucrar a los jóvenes en la cultura del vino.


Alternativas


El sector del vino también está trabajando en innovar la imagen externa de este producto: el envase. La botella de cristo, el tetrapack y la lata. El tetrapack ha tenido éxito en Canadá pero no en el Reino Unido y la botella de aluminio sólo ha funcionado en bebidas espirituosas. A pesar de ello, empresarios como Mikel Elosegi, de Bodegas Elosegi, que también estará en FENAVIN, apuestan por el vino en lata: "De momento nos está costando mucho dar a conocer el producto a los consumidores porque todavía la gente es reacia a consumir en este tipo de envase, pero intentamos llegar a dos mercados muy concretos: el de la gente joven habituada a la lata y el del consumidor habitual de vino que necesita un envase más práctico para ciertas ocasiones como la caza, la pesca o la montaña".


Catadores ciegos


Una de las novedades de la quinta edición de esta feria bianual será la 'Cata para ciegos' prevista para el 6 de mayo en colaboración con la ONCE y bajo la dirección de Luis García de la Navarra, presidente de la Asociación Madrileña de Sumilleres. Una cata se basa en la vista, el olfato pueden resultar fundamentales. "Nos falta la vista pero tenemos el resto de los sentidos más desarrollados y por eso captamos nuevos aromas y descubrimos más gustos en boca que se les pueden escapar a un catador que no sea invidente", indica Cristino Orduño, director de la ONCE en Ciudad Real. "Este tipo de experiencias ya se han probado en alguna ocasión y han resultado muy interesantes", afirma Cristino Orduño, que se pregunta "¿por qué un ciego no puede ser sumiller profesional en el futuro? Todo es cuestión de aficionarse".


El vino no es exclusivo de nadie y los ciegos pueden disfrutar igual que otros colectivos. La ONCE se ha dado cuenta de ello y ya ha organizado algunas pruebas piloto de catas de vino y cava para invidentes en colaboración con importantes empresas vinícolas.


Incluso alguna de ellas estudia traducir al braille los recorridos turísticos de sus bodegas.


De todo ello, del presente y del futuro del vino, se hablará en FENAVIN, una feria a la que acudirán 1.200 bodegas de todas las denominaciones de origen españolas y 2.500 compradores de 44 países -México no acudirá por el temor de sus representantes a no poder regresar si se suspenden los vuelos por la gripe porcina- que convertirán a Ciudad Real en la capital mundial del vino.