CRÉDITO

El temor empresarial a los impagos dispara en Aragón el seguro de crédito

En 2008 se duplicó en la comunidad la contratación de este tipo de pólizas, que cubre el riesgo de insolvencia comercial

La contratación de seguros de crédito, que son aquellas pólizas que protegen a las empresas que venden a crédito contra el riesgo de morosidad prolongada e impago, aumentó considerablemente en Aragón durante el pasado año, hasta duplicar las cifras de años anteriores. La razón de este cambio de tendencia es que el difícil entorno económico en el que se están moviendo las compañías ha elevado hasta cotas difícilmente imaginables hace solo unos meses la posibilidad de insolvencias comerciales.


De hecho, esta es una preocupación tan presente en el día a día de las empresas aragonesas que salió reflejada como una de sus principales inquietudes en la encuesta elaborada por la CREA (Confederación de Empresarios de Aragón). La caída de los pedidos y el aumento de los impagados, la insolvencia de sus clientes compradores, fueron los dos aspectos que las empresas de la comunidad reconocieron como más preocupantes, por encima incluso de la falta de financiación.


Esta inquietud se está traduciendo en un incremento de la contratación de seguros de crédito y un aumento de su demanda, tal y como reconocieron las compañías Crédito y Caución y Mapfre Crédito y Caución de Zaragoza, ambas especializadas en este tipo de producto.


En el caso de Mapfre, fuentes de la compañía explicaron a este periódico que el crecimiento registrado en Aragón durante 2008 (en realidad los datos están referido a Huesca y Zaragoza. La organización territorial de la compañía no incluye Teruel) podría estar entre el 10% y el 15% -los datos son provisionales-. "El seguro de crédito -explicaron fuentes de la compañía- ha pasado de ser un producto de oferta a ser un producto de demanda". En el caso de la delegación zaragozana de Mapfre Caución y Crédito, el aumento registrado durante el pasado año en la suscripción de este tipo de pólizas fue el doble que en años anteriores. "Y aún se podía haber crecido más y situarnos en el entorno del 25% ó 30% -dicen desde la sociedad-. No se aseguró todo lo que el mercado hubiese querido". Calculan que durante el año pasado, de cada cuatro operaciones solicitadas de seguro solo se realizó una. "La sociedad ha sido restrictiva", dicen estas fuentes.


Por su parte, las cifras que ofrece Crédito y Caución apuntan a que poco más de un millar de empresas aragonesas cuentan con uno de estos seguros de protección frente a los impagos comerciales; "más de 200 de estas empresas -explican fuentes de la compañía- han incorporado estos sistemas de protección a su gestión del crédito a clientes en 2008, en un entorno de claro incremento de este tipo de riesgos".


Esta cifra duplica la contratación registrada en años anteriores hasta 2006, dicen desde Crédito y Caución. La compañía explica que si bien el aumento de la demanda de estos seguros se detectó en 2008, el cambio de tendencia comenzó a registrarse en 2007. En el cuarto trimestre de ese año -apuntan- es cuando empezó a notarse un deterioro en los pagos empresariales. Y como consecuencia, se constató un aumento del interés de las empresas por estos productos.


Aumento de la siniestralidad


La mala situación económica y el aumento de los impagos ha afectado también a las compañías que comercializan los seguros de crédito. De hecho, según los últimos datos ofrecidos por el ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones) en su informe económico del sector asegurador, la ratio de siniestralidad aumentó espectacularmente hasta septiembre de 2008 y se colocó en el 154,48% (durante el tercer trimestre de 2007, esta ratio era del 74,71%). Esto significa -a falta de conocer los datos referidos al cuarto trimestre de 2008, que seguramente fueron aún peores- que la rentabilidad obtenida de asegurar los pagos de empresas se deterioró drásticamente el año pasado. Una subida de las primas del seguro (para ajustarlas a la asunción de riesgos) y una política estricta y exhaustiva de análisis de riesgos (con un seguimiento de las pólizas deficitarias o dudosas) serán las medidas a adoptar por las compañías para hacer frente a esta situación.