Un otoño caliente auguran las asociaciones de transportistas si finalmente el Gobierno decide aplicar la "euroviñeta" que no es otra cosa que cobrar una tasa por kilómetro a los camiones bajo la premisa de que "quien usa, paga". Los profesionales del sector han avisado de que la reacción será "muy fuerte" si Fomento les impone nuevas tasas."

Me parece que querer cobrar un impuesto por usar las carreteras es reírse del sector. Considero una burla que cuando nos acaban de recortar toda la obra pública en Aragón y nos han dejado las carreteras a medias, encima quieran que paguemos por circular por ellas. Es muy triste y muy preocupante", reconocía Jesús Arbiol, presidente de Tradime, que dudaba de si Fomento ha lanzado esta propuesta como 'globo sonda' o realmente se plantea ponerla en marcha. En ese caso, advirtió, sería "poner la puntilla" a un sector muy castigado por la crisis "que tiene que hacer frente ya a una carga impositiva muy fuerte". A su juicio, el "afán recaudatorio del Gobierno tiene que tener un límite". Además, añadió, el sector tendría verdaderas dificultades en trasladar a los clientes la subida de entre el 5% y el 7% que tendría el precio del transporte si la nueva tasa entrara al final en vigor. "Estamos frontalmente en contra de esta propuesta porque el sector del transporte se encuentra ya en una situación muy delicada como para poder asumir una nueva tasa. Supondría un desastre", vaticinó Fernando Viñas, secretario general de la Federación de Empresarios del Transporte de Aragón, que recordó que "los costes de combustible en una explotación media suponen ya el 40% y además hay estudios que demuestran que lo que el transporte repercute al Estado es superior al desgaste por el uso de las infraestructuras".

Desde UGT, Eugenio Novellas coincidía en que "no se puede castigar más al sector del transporte" y calificaba de "lamentable que Fomento deje un montón de obras empantanadas como por ejemplo el desdoblamiento de la N-232 entre Figueruelas y Mallén y encima quiera cobrar por unas infraestructuras precarias que no se pueden comparar ni de lejos con las de otros países europeos".