El pago de la cobertura de desempleo, medidas de impulso a la inversión e iniciativas para sobrevivir a la crisis han provocado que el pasado 30 de septiembre, los gastos del Estado superaran, en términos de contabilidad nacional (compromisos adquiridos), en 62.780 millones de euros los ingresos. Este déficit supone el 5,96% del producto interior bruto (PIB) y desvela que el saldo negativo alcanzado en la misma fecha de 2008, de 13.507 millones, se ha multiplicado por cinco. No obstante, el deterioro de las cuentas de 2009 no desanima al Gobierno. Su secretario de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, ve factible que las estimaciones de acabar 2009 con un déficit del 8,1% en la Administración del Estado se cumplan.

"Nuestra previsión sigue siendo un déficit general del 9,5% y no lo vamos a revisar", señaló el representante del Ministerio de Economía durante la presentación de la ejecución presupuestaria de los nueve primeros meses del año. Recordó que en la previsión del Ejecutivo entran dos elementos. Por un lado, la estimación de cómo terminará el saldo del Estado, "hecha con buena información", situada en el 8,1% y, por otro, lo que ocurra en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos que tienen marcado el objetivo a cumplir del 1,5%. "Para conocer el resultado final es imprescindible esperar a fin de año", afirmó.

Los 62.780 millones de euros son el resultado de unos recursos no financieros del Estado que ascendieron a 72.350 millones y de unos gastos que se acercan al doble y que llegaron a 135.130 millones. En términos de caja --metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado-- el Estado alcanzó en los nueve primeros meses un déficit de 62.800 millones de euros, frente a los 13.009 millones de 12 meses antes.

Ocaña insistió en que el saldo negativo obedece al aumento de la aportación del Estado al Servicio Público de Empleo Estatal para la cobertura de paro, que se llevó 13.508 millones de euros adicionales en transferencias corrientes; a la caída de la recaudación fruto de la coyuntura económica, con una bajada de los ingresos por IVA del 34%. A su juicio, sin las iniciativas contra la crisis, la caída de los ingresos hubiera sido cinco puntos inferior y el aumento de los gastos se habría situado seis puntos por debajo.

El secretario de Estado destacó también el comportamiento del IRPF con una disminución de entradas del 10,9%, porcentaje que reduce en un 1,6 puntos el desplome del mes anterior. La agilización de las devoluciones, en los mayores aplazamientos y en la deducción de los 400 euros son las principales causas de esta evolución.