ALEMANIA

El comité de empresa europeo se felicita por la decisión de GM y promete colaboración

El presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, se felicitó por la decisión del gigante automovilístico estadounidense General Motors (GM) de ceder el control de su filial europea al grupo austríaco-canadiense Magna, y prometió "cooperación".


"Me consta de que para General Motors no se trató de una decisión fácil, pero me alegro de la misma, pues asegura a Opel un nuevo futuro", declaró Franz.


Destacó que Opel y Magna podrán trabajar ahora "codo con codo" en un plan de futuro, que permita reforzar nuestras marcas y productos tan innovadores como el nuevo Astra.


Franz aseguró que los trabajadores de Opel están dispuestos a contribuir a ese nuevo futuro.


"Los trabajadores están dispuestos a asumir su parte en el saneamiento de la empresa y desde la base de un plan de sostenible", declaró el presidente del comité de empresa de Opel, desde la sede de la empresa en la ciudad alemana de Rüsselsheim (centro-oeste).


La disposición de la plantilla de Opel a hacer sacrificios ha sido una de las condiciones impuestas por General Motors para la venta de Opel a Magna, que se hará con el 55 por ciento de la empresa.


La plantilla de Opel, según la decisión presentada hoy por GM, asumirán el 10 por ciento de la empresa, mientras que la matriz, en su sede en Detroit (Michigan, EEUU), conservará el 35 por ciento.


Por su parte, los representantes del sindicato IG Metall, mayoritario en el sector automovilístico, dieron igualmente la bienvenida a la decisión de GM, pues "ahora ya podemos empezar a hablar de un plan industrial", dijo el presidente del sindicato, Berthold Huber.


Advirtió, sin embargo, de que se abren tiempos difíciles para los trabajadores de Opel, pues las negociaciones sobre la contribución que éstos deberán hacer a juicio del nuevo inversor serán duras.