FRAUDE

Cuatro de cada diez españoles creen que el fraude fiscal es generalizado

La necesidad de 'trampear' por el exceso de presión fiscal, principal motivo para defraudar.

El 39 por ciento de los españoles opina que el fraude fiscal es una conducta generalizada, frente a un 61 por ciento que cree que, aunque existen engaños a Hacienda, el pago de impuestos se realiza de un modo bastante correcto. Estas conclusiones se desprenden del último barómetro fiscal que elabora el Instituto de Estudios Económicos para el Ministerio de Economía y Hacienda. Además, los españoles consideran que las causas principales para que se produzca el fraude son económicas, y destaca la presión fiscal excesiva y la necesidad de 'trampear'.


Pese a que la cifra de personas que consideran que el fraude fiscal está muy extendido es elevada, se trata de una cifra diez puntos porcentuales inferior a la del año pasado, y es la más baja desde el 2000. La percepción de que el fraude fiscal está generalizado es más común entre agricultores y asalariados, mientras que los que opinan lo contrario aumenta entre los empresarios, los profesionales y los inactivos.


Por colectivos, la mayoría de los encuestados opina que los empresarios son los que defraudan más habitual y sistemáticamente a la Hacienda pública, seguidos de los profesionales liberales y autónomos, cuya actividad, al estar sometida a un menor control por parte de las autoridades, ofrece mayores oportunidades para la evasión. Por el contrario, los asalariados mantienen la conducta fiscal más honesta, al estar controlados sus ingresos mediante el sistema de retenciones fiscales.


En total, cuatro de cada diez españoles considera que la evasión de impuestos es algo generalizado, según refleja el último barómetro fiscal que elabora el IEE y para el que se realizaron entrevistas personales a 1.500 personas a lo largo del 2007.


Causas económicas


Respecto a las causas del fraude fiscal, la falta de honradez y conciencia cívica explicaría el fraude en el 22 por ciento de los casos, seguida de la presión fiscal excesiva con el 18 por ciento, la ineficaz lucha contra el fraude fiscal, la necesidad de 'trampear' para salir adelante y la sensación de impunidad(16 por ciento), y lo inadecuado de los servicios y prestaciones en comparación con lo que se paga por ellos (trece por ciento). Así, las causas económicas experimentan un brusco ascenso, hasta situarse en el primer puesto por primera vez desde el 2003.


En cuanto a los tipos de fraude, el más perjudicial es la economía sumergida, es decir, mantener actividades económicas ocultas a Hacienda y a la Seguridad Social (22 por ciento), seguido de la falta en el pago del Impuesto sobre las Sociedades (20 por ciento), y en el ingreso en Hacienda del IRPF retenido a los trabajadores (19 por ciento).


Por otro lado, hasta el 49 por ciento de los encuestados justifica la conducta defraudadora, destacando como causa principal que son las circunstancias las que obligan a defraudar para salir adelante. Los que más justifican el fraude fiscal son los agricultores, los asalariados y los empresarios.


Por último, el 51 por ciento de los españoles cree que el fraude fiscal aumentó en los últimos diez años. Además, siguen encontradose dificultades para comprender la normativa fiscal y cumplimentar las las declaraciones tributarias, por lo que continúa siendo una minoría (14 por ciento) el número de personas que cumplimenta por sí mismo las declaraciones tributarias.