CRISIS EN EUROPA

Campa asegura que España "ni era Grecia, ni es Irlanda, ni lo será nunca"

El Gobierno afirma que "no está presionado" para pedir ayuda a la Unión Europea.

El Gobierno español se apresuró ayer a negar que la economía pueda encontrarse en la misma situación que la irlandesa. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dijo que "en absoluto" a España le puede pasar lo mismo que a Irlanda y añadió que el Ejecutivo "no está presionando" para que este país pida ayuda a la Unión Europea, pero que su labor es contribuir a solucionar los problemas. Salgado hizo estas declaraciones antes de participar en la toma de posesión del presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña.


Por su parte, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, fue claro y tajante al diferenciar entre las economías griega, irlandesa y española después del recrudecimiento de las dudas sobre la solvencia de los países periféricos de la UE, y aseguró que España "ni era Grecia, ni es Irlanda, ni lo será nunca". Además subrayó que la prima de riesgo española, en máximos históricos la semana pasada, "está disociada" de la rentabilidad obligada a pagar por Irlanda.


"Debemos preocuparnos lo menos posible en la medida que hagamos nuestros deberes", enfatizó Campa, quien se empeñó en priorizar el cumplimiento de los compromisos de déficit público para este y el próximo año, así como "atacar" los desequilibrios fiscales estructurales con reformas como la de las pensiones y la negociación colectiva que permitan incrementar la competitividad española. "Mientras hagamos estas cosas, haremos lo mejor para evitar estas situaciones (rumores de quiebra)", remarcó.

En un desayuno informativo organizado por Entorno Empresarial y Expresión Económica, el secretario de Estado de Economía descartó que la economía esté "ni mucho menos" estancada tras el crecimiento nulo del PIB en el tercer trimestre, e incluso aseguró que la economía registrará crecimientos positivos en los últimos tres meses del año y garantizó que el ajuste fiscal se está cumpliendo "muy bien". "Estamos seguros de que el objetivo del 9,3% en 2010 se va a cumplir", afirmó, en tanto que resaltó la importancia de cumplir también con el 6% de 2011 con el fin de "generar la confianza necesaria".


En este sentido, minimizó el impacto "negativo" si finalmente no se cumple la previsión del Gobierno de crecimiento del PIB del 1,3% el próximo año, al asegurar que "como mucho" el déficit público aumentaría en tres décimas respecto a lo estimado, esto es, al 6,3%. "Las predicciones casi se han mantenido", reiteró.


"Inquietudes infundadas"

En otro foro, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, confió en que Irlanda "adopte la decisión adecuada" sobre su eventual rescate y ayude así a disipar "inquietudes infundadas", ya que la situación de los mercados ha sido "muy negativa" en las últimas semanas por la indecisión del Gobierno irlandés. El gobernador alabó el esfuerzo realizado por los representantes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y España en la reciente cumbre del G-20 para aclarar la naturaleza de los futuros mecanismos de resolución de crisis de la UE. Además reiteró la decisión de los cinco países de asegurar que las deudas de los países con sus inversores actuales son "sagradas" y que "no tienen nada que ver en el futuro". Subrayó que los cambios que se podrían incluir en dichos mecanismos de rescate no tendrán efecto antes de 2013 y, por lo tanto, no afectarán ni a la deuda viva actual ni a los programas que se aborden con los instrumentos vigentes.


Sobre las mayores exigencias de capital y de liquidez que derivarán de la regulación internacional de Basilea III, a debate en la cumbre de Seúl, Fernández Ordóñez afirmó que las entidades tendrán que aumentar significativamente la cantidad y calidad de su capital, pero rechazó que esto ponga en peligro la recuperación económica, debido a que se ha aprobado una aplicación progresiva.