Contactos oficiales

Berlusconi y Zapatero hablan sobre la situación

El presidente del Gobierno y el primer ministro italiano han mantenida este viernes una conversación telefónica para discutir la situación actual de los mercados en la eurozona.

Berlusconi durante un debate parlamentario.
Berlusconi es pillado contando un chiste sobre judíos
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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvieron este viernes una conversación telefónica para abordar la actual situación económica y financiera en la que se encuentran sus dos países.


Según informaron fuentes gubernamentales italianas, la conversación telefónica se produjo en la mañana y se enmarca dentro de los contactos que Berlusconi ha mantenido y tiene previsto mantener con otros líderes europeos.


También este viernes, el primer ministro italiano mantuvo una conversación telefónica con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y está previsto que en lo que queda de día contacte con otros mandatarios de la zona euro.


Según explicaron las mismas fuentes, es posible que Berlusconi y su ministro de Economía, Giulio Tremonti, comparezcan en rueda de prensa al cierre de los mercados, en torno a las 19.00 hora local (17.00 GMT), para abordar la situación italiana.


Estos contactos se producen justo en el día en el que la prima de riesgo italiana superó unos momentos por primera vez desde la entrada en el euro a la española, disparándose por encima de los 400 puntos básicos, aunque después bajó de ese nivel.


Esta nueva escalada en la presión sobre la deuda pública de España y de Italia, que en este último país se sitúa en niveles en torno al 120% de su PIB, llegó después de una jornada de pánico bursátil este jueves, que llevó a la Bolsa de Milán a perder el 5,16% y a la de Madrid a cerrar con una caída del 3,89%.


Los mercados reaccionaron con gran pesimismo sobre la eurozona a las palabras del jueves del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien manifestó su preocupación por que la crisis de la deuda griega se extienda a economías europeas fuertes.