La mitad de los nuevos empleos indefinidos se esfuma antes de cumplir un año

El Banco de España advierte que la rotación de los trabajadores fijos se ha duplicado tras la reforma aunque hay una mayor estabilidad laboral.

Oficina de empleo en Zaragoza. Inaem.
Oficina de empleo en Zaragoza. Inaem.
Guillermo Mestre

Hoy en día firmar un contrato indefinido no es garantía de tener un empleo estable para toda la vida. Es más, hay más posibilidades de que al cabo de un año esa persona no siga en ese trabajo, en teoría fijo, que de que se mantenga en él. Así lo advierte un reciente informe publicado por el Banco de España, que señala que la tasa de rotación de los contratos indefinidos se ha duplicado tras dos años de reforma laboral y más de la mitad de esos nuevos empleos con carácter permanente no sobrevive ni siquiera un año.

La nueva legislación laboral aprobada por el Gobierno de coalición a finales de 2021 -con el visto bueno de empresarios y sindicatos- ha trastocado por completo el paradigma de la contratación que había hasta entonces en España. El objetivo para el que esta norma se puso en marcha era muy claro: poner fin a la elevada tasa de temporalidad de la que adolecía el país desde hace décadas y décadas. Y, todo hay que decirlo, lo ha conseguido -algo que no habían logrado las siete reformas laborales precedentes- y además en un tiempo récord.

Así, la tasa de temporalidad en España ha caído con intensidad en apenas dos años. Si antes de la contrarreforma el porcentaje de trabajadores que tenían un empleo con fecha de caducidad rondaba el 25%, en la actualidad representan el 15,7%, la tasa más baja de la historia, que se sitúa ya mucho más en línea con la europea. Incluso se reduce hasta el 12,3% en el sector privado tras recortarse prácticamente a la mitad, puesto que han sido las empresas las protagonistas de este fuerte desplome, mientras que la Administración Pública mantiene la misma temporalidad desbocada, en el entorno del 30%, según los últimos datos publicados por el INE.

Límites a la temporalidad

Esto es consecuencia directa de tres cambios que trajo la reforma laboral: en primer lugar, la supresión del contrato por obra y servicio, que suponía el 40% de este tipo de contratación eventual; en segundo, los fuertes límites y endurecimientos que se han impuesto en la contratación temporal; y, por último, la mayor flexibilidad que se permite en algunas modalidades de la contratación indefinida, especialmente en los fijos discontinuos, así como el nuevo contrato 'ad hoc' para la construcción.

Algo más de la mitad de esos contratos temporales que se han dejado de firmar se han reconducido hacia un contrato indefinido a tiempo completo, mientras que más de una cuarta parte se ha traducido en un contrato indefinido a tiempo parcial y el resto, a fijo discontinuo, según estimaciones del supervisor. Esta figura del trabajador intermitente, que hasta la reforma era residual, se ha duplicado con creces y ha pasado de suponer el 2,4% de la afiliación, al 5,7% en 2023.

Aunque el descenso de la temporalidad ha sido generalizado, ha sido más intenso en la construcción, la hostelería, las actividades artísticas, las actividades administrativas, la agricultura y los otros servicios. "En todos estos sectores, salvo en el caso de la construcción, una parte significativa de la caída de la temporalidad se explica por el empuje de los contratos fijos discontinuos", señala el Banco de España en su análisis.

La pregunta clave es: ¿esta intensa reducción de la temporalidad se ha traducido realmente en una mayor estabilidad del empleo, que sería el fin último? En contra de alguna teoría, sí, el supervisor considera que en términos generales se ha producido un descenso de la rotación laboral en España, cuya tasa ha pasado del 1,33% en promedio durante el periodo 2015-2019 hasta el 1,12% de media en el periodo 2022-2023, en base a datos de altas y bajas de la Seguridad Social. Sin embargo, esto se debe exclusivamente a la caída de la rotación de los contratos temporales (que ha pasado del 3,40% al 3,19%), puesto que la relativa a los trabajadores indefinidos se ha duplicado con creces: ha aumentado del 0,25% antes de la reforma al 0,61% en la era post-reforma.

Flujos de entrada y salida

Es decir, ahora se registran mayores flujos de entrada y de salida del mercado laboral de los trabajadores con contrato permanente, especialmente los que firman un contrato fijo discontinuo. De hecho, las bajas de estos empleados intermitentes han repuntado notablemente tras la implantación de la nueva norma laboral. Si hasta entonces su tasa de baja se situaba a medio camino entre la del resto de los contratos indefinidos y la de los contratos temporales, desde 2022 se ha casi duplicado hasta situarse al mismo nivel que la de los temporales.

Y lo que ha provocado es que la supervivencia de los nuevos empleos indefinidos se haya reducido y, si entre 2017 y 2018 el 52,3% pervivía al cabo de un año, en 2022 eran ya menos de la mitad: solo el 48% se mantenía.

Pese a ello, el Banco de España vislumbra un "ligero aumento" de la estabilidad laboral en el mercado de trabajo, aunque sea a costa de un "leve" incremento de la inestabilidad de los indefinidos de nueva creación. En cualquier caso, el supervisor resalta que "aún existe margen para aumentar la estabilidad del empleo en nuestro país".

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