Los precios han vuelto a subir en el mes de abril. Ha sido una décima, hasta el 3,3%, según el dato adelantado de este mes. "Se aleja así de los mínimos que marcó el IPC en febrero de este año (2,8%) y del año pasado (1,9% en junio)", advierte Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja. 

Aunque reconoce que la tasa subyacente de la inflación (la que excluye los elementos más volátiles de la cesta de la compra: alimentos frescos y energía), sigue desacelerándose, recuerda que "se incrementó un 2,9% interanual en abril" pese a que en la comparativa mensual haya bajado cuatro décimas desde marzo y sea así el mejor dato para la subyacente desde enero de 2022. 

Un "buen dato", añade el experto de Ibercaja, que "puede provenir en parte del efecto Semana Santa por haberse celebrado en 2023 en abril", lo que, a su vez, "sería compatible con una ligera aceleración del IPC en mayo, ya que el efecto base volverá a ser al alza". Motivo, anticipa Martínez por el que "es probable que los datos del IPC mejoren en los meses de junio a agosto, particularmente en julio".

Desde la Universidad de Zaragoza, el catedrático de Análisis Económico Marcos Sanso, recuerda que la "leve aceleración del IPC provino de los precios del gas y los alimentos y, en menor medida, de la electricidad", de acuerdo a los datos del INE. Y "a la espera de la desagregación de los datos que se publicará el 14 de mayo", concide con el experto de Ibercaja, "el corto plazo sigue siendo inflacionista, lo que se ve reflejado en la tasa mensual del 0,7%, tras ser en marzo del 0,8%". "Son los mayores valores desde enero de 2023", precisa.

Sin embargo, añade, el lado positivo es la inflación subyacente que habría disminuido en abril cuatro décimas hasta el 2,9%, "estando por debajo del 3% por primera vez desde febrero de 2022 (más de dos años) y por debajo del índice general desde noviembre de dicho año".