La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG) lleva advirtiendo hace meses de la profunda crisis que vive el sector vitivinícola de Comunidad, provocada por los elevados excedentes almacenados en las bodegas ante el caída de las ventas por las pandemia y la que se sumó un notable descenso de la comercialización y un “desorbitado” aumento de los costes de producción como consecuencia del impacto de la guerra de Ucrania. De hecho la organización agraria llegó a denunciar que las pérdidas de los agricultores durante el pasado han alcanzado los 1.200 euros por hectárea.

Ahora vuelve a insistir. Y reclama al Departamento de Agricultura “ayudas directas” que contribuyan a aliviar “la complicada situación” en la que se encuentran los viticultores, que además se quedaron fuera del paquete de medidas aprobadas por el Gobierno central para hacer frente a la presión por la subida de costes así como a la merma de ingresos provocados por los daños que la extrema sequía dejó el pasado año en el viñedo. Una situación ante la que UAGA es contundente y advierte que si el Ejecutivo aragonés no apoya o apoya a este sector, no se descarta la convocatoria de acciones de protesta.

“Por todos estos motivos, volvemos a exigir una inyección económica para el sector del vino como la que publicó la Generalitat de Cataluña el pasado noviembre de 450 euros por hectárea, con un tope de 40 hectáreas por agricultor profesional y de 20 hectáreas por agricultor a tiempo parcial”, explican desde la organización, que reconoce que esta cantidad “no es la solución al problema”, pero asegura que “supondría un balón de oxígeno para los viticultores”.

Hasta ahora, la organización agraria solo ha recibido negativas a esta petición por parte de la consejería que lidera Ángel Samper. Así, los responsables de UAGA explican que en la última reunión mantenida con el director general de Innovación y Promoción Agroalimentaria, Juan José Orriés, este responsable político indicó que desde el Gobierno de Aragón no se contemplan ayudas directas sino inversiones en las bodegas y en la promoción del vino, y recordó que existe una línea de préstamos para agricultores afectados por la sequía. “Sin embargo -denuncia UAGA- los agricultores que quieren acceder a estos créditos también están encontrando mucha demora en la tramitación y problemas con las entidades bancarias.

Las ayudas directas no es la única medida que UAGA pone encima de la mesa. La organización agraria también ha pedido que se active la vendimia en verde (eliminación de racimos en las vides para reducir la producción de uva y en consecuencia reducir la cosecha y la producción de vino). para la próxima campaña, ajustando el precio al coste de la uva, de forma que esta medida sea atractiva para los viticultores y la soliciten muchos más que en 2023 y para un mayor número de hectáreas. “Solo de esta manera se podrá reducir la producción de vino y evitar seguir aumentando el stock en las bodegas”, han explicado desde la organización agraria, que reivindica también un mayor presupuesto para la destilación de crisis (eliminar el excedente de las bodegas transformen el vino en alcohol). Dos medidas que, reconoce la organización agraria, contaron con el apoyo del director general que se comprometió a defender la cosecha en verde y la destilación de crisis y a instar al Ministerio a que dote estas medidas de un presupuesto mayor.