Heraldo del Campo

Gente de la tierra

La enóloga que mezcla tradición e innovación en una bodega histórica

Marta Torcal está al frente de Hermanos Torcal, una empresa de la D.O.P. Cariñena que crearon sus familiares en 1845 y que ha sido pionera en el sector.

Torcal trabaja desde 2002 en la compañía, ubicada en el municipio de Cariñena.
Torcal trabaja desde 2002 en la compañía, ubicada en el municipio de Cariñena.
Bodega Hermanos Torcal

Corría el año 1845, cuando Manuel Torcal y Rafaela Trasobares, un matrimonio dedicado a la ganadería y la agricultura, fundaron una bodega en Morata de Jalón para elaborar sus propios vinos. Después, Benito Torcal la heredó y empezó a venderlos a comerciantes de Zaragoza y de pueblos cercanos. Los hijos de Benito, Pascual e Hilario, siguieron con la actividad y, en 1942, decidieron construir una bodega nueva en la casa familiar. En ese periodo, un alemán afincado en Valencia viajó allí en busca de un vino dulce y dio con Hilario Torcal, que creó uno siguiendo sus indicaciones. El resultado gustó tanto que se empezó a comercializar en el Levante y la receta pasó de generación a generación de la familia.

Esta singular historia explica buena parte de la trayectoria de la Bodega Hermanos Torcal, perteneciente a la Denominación de Origen Protegida de Cariñena y que fue la primera de Aragón en introducir la vendimia mecanizada. Su enóloga, Marta Torcal, lleva 21 años trabajando allí y, aunque vive en La Almunia de Doña Godina, nunca ha perdido el contacto con Morata y sus vecinos. "La familia es de allí y los inicios de la bodega también tuvieron lugar en Morata", señala, destacando que la compañía tuvo que irse del pueblo porque "las viñas allí comenzaron a desaparecer y entonces se trasladó a Cariñena". "En 2002, cuando empecé, ya teníamos viña y elaborábamos nuestros propios vinos, llegando a producir un volumen que llegaba hasta el millón y medio de kilos de uva. Se había adquirido la vendimiadora en 1992, de forma que hasta entonces comprábamos todas las uvas a particulares. Hoy, la mayoría con las que trabajamos son nuestras", recuerda Torcal.

Ella es nieta de Luisa Borniquel, viuda de Hilario, que tomó las riendas del negocio en 1957. Los hijos de Luisa, Ángel –padre de Marta– y Marisa –actual propietaria junto a María Pilar Cuartero, madre de Marta– se pusieron al frente años más tarde junto al marido de Marisa, Ángel Joven. Debido a esa escasez de vid y a la dificultad de mecanización, en 1979 se trasladaron a Cariñena y compraron la bodega en la que incluyeron la vendimia mecanizada. Actualmente, Marta y Myriam Joven (hija de Marisa) constituyen la quinta generación familiar y continúan elaborando unos vinos que han recibido diversos reconocimientos del sector.

Hermanos Torcal fue la primera bodega aragonesa en introducir la vendimia mecanizada

A pesar de tener el tema del vino tan impregnado en su familia, Marta no tuvo del todo claro a qué dedicarse cuando terminó sus estudios. "Lo primero que estudié fue Administración y Gestión Pública en Huesca. Pero, más tarde, cuando hablé con mi primo Ángel Hilario, que se había formado en enología, se me despertó la curiosidad y me matriculé en la Escuela de Enología de Laguardia", apunta la profesional, que posteriormente también completó un Máster en Viticultura, Enología y Marketing del vino y otra titulación como Técnico superior en Industrias agroalimentarias.

Rememorando sus inicios en la bodega, recuerda con cariño la experiencia junto a su padre y su tío, quienes le enseñaron "todos los trucos" del oficio, y le acabaron dejando responsabilidades a pesar de querer "hacerlo todo ellos" en un principio. "Nosotras conservamos la tradición que ellos establecieron con el granel, pero hemos dado peso a la innovación y un paso adelante con el embotellado, con el que empezamos en 2015", apunta la enóloga sobre un área en la que pretenden afianzarse, dirigiéndose más al mercado exterior.

Ese carácter innovador se ha reflejado, asimismo, en el bagaje de la empresa en hechos como la transformación de su viñedo a espaldera o la plantación de varietales como syrah o merlot, que llevaron a cabo a principios de los noventa.

Al frente del equipo técnico

Torcal es enóloga, pero no de "bata blanca", como señala en referencia a que, al tratarse la suya de una empresa familiar, a menudo le toca "hacer de todo", especialmente en épocas de mucho trabajo como la vendimia –que define como "una locura"–, cuando se dedica a pesar remolques, tratar con agricultores o a labores de reparto. No obstante, su principal cometido es liderar al equipo técnico, una tarea compleja que conlleva una gran responsabilidad en una bodega que actualmente elabora en torno a 900.000 kilos de uva.

A pesar del estrés que se genera en torno a la vendimia, considera que es también "apasionante" y, junto al cariño que recibe de los clientes, es lo que más le gusta de su trabajo. "El vino dulce, por ejemplo, me cuesta mucho esfuerzo elaborarlo. Hay que meter muchas horas y hay días que no duermo. Es un vino que hacemos con las tecnologías de ahora pero con la manera tradicional que utilizaban nuestros abuelos, y al cliente final le gusta. Es uva garnacha y son los viñedos más antiguos que tenemos en la finca, de 30 y 50 años. La elaboración se hace en depósitos de hormigón y es muy minuciosa, porque tienes que estar todo el tiempo controlando la fermentación para pararla y echarle el alcohol cuando llega a un grado concreto de azúcar. Entonces, cuando nos dieron el premio por ello sentí un gran orgullo, porque veo que ese trabajo que no se ve tiene recompensa", indica Torcal.

Se trata de Aromas del Pilar, que recibió el pasado mes de febrero la medalla de plata al mejor vino-licor del país en el Concurso Vinos de España. Por su parte, Cachirulo, otro de sus productos más destacados, recibió en este mismo certamen la medalla gran oro. Por otro lado, los originales diseños de sus botellas constituyen otra de sus señas de identidad. En Aromas del Pilar se hace un guiño a los colores de las tejas de la basílica zaragozana; Cachirulo representa este popular símbolo aragonés; y Marqués de Fuendetodos luce en su frontal la silueta de Goya.

Aromas del pilar recibió la medalla de plata al mejor vino-licor del país en el Concurso Vinos de España

En cuanto al futuro, la experta pone el foco en el cambio climático y las sequías como los problemas más importantes que tendrán que afrontar. "Tenemos la viña muy alta, cada vez hay menos agua y este año las uvas están muy pequeñas, así que no sé qué va a pasar. Puede llegar un momento en el que se diga que se tiene que racionar el agua, entonces a ver qué hacemos", señala.

Por último, y en cuanto al sector del vino en la Comunidad, considera necesario que haya más campañas de promoción para que se impulse, así como que se faciliten los trámites burocráticos que tienen que llevar a cabo las empresas. 

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