En junio de 2002, en un evento en la planta de componentes para automóviles de la empresa Cefa en el polígono Malpica de Zaragoza, se habló de la creciente utilización de robots en la actividad productiva. Enormes armatostes, alguno de ellos antropomorfo, se habían convertido ya entonces en singulares «compañeros de trabajo». A uno de ellos, comentaron, le habían puesto el mote de ‘la Lola’, por el tipo de movimientos que realizaba. También había otros a los que ‘Picasso’ o ‘Picassines’.

Han pasado ya más de 20 años desde aquel día y la robotización ha ido a más en todo tipo de empresas, especialmente en las del sector industrial. Máquinas de diversos tamaños y con distintas especializaciones han ido sustituyendo el trabajo que antes realizaban las personas. En un buen número de fábricas aragonesas se han hecho populares de modo más reciente aquellas que empezaron llamando ‘cocodrilos’ por su aspecto, vehículos autoguiados (AGV, por sus siglas en inglés) que trasladan piezas de un sitio a otro.

El peso de la automoción en la industria, como el de la fabricación de electrodomésticos, la de colchones y la de otros productos, ha hecho que Aragón sobresalga en el contexto nacional, hasta el punto de que es una de las comunidades autónomas con un mayor porcentaje de empresas que utiliza algún tipo de robótica, en el 91,4% de los casos en el ámbito industrial. Este es uno de los datos que recoge el Informe Sociedad Digital en España 2023, publicado recientemente por la Fundación Telefónica.

Ese estudio indica también que en 2022 aumentó en 4,9 puntos el tanto por ciento de las compañías aragonesas que utiliza inteligencia artificial (IA), que alcanza el 12,7%. El principal uso que dan a la IA y el que más ha crecido en el último año (11,4 puntos) es la automatización de flujos de trabajo o la ayuda en la toma de decisiones (49,5%). También se ha incrementado el porcentaje de las que realizan análisis de Big Data (2,1 puntos más, hatsa el 12,9%). Los datos más utilizados para los análisis entre las empresas de la región son aquellos tomados por geolocalización a partir de dispositivos portátiles (el 58,6%, tras crecer 4 puntos).

El informe de la Fundación Telefónica concluye que el pasado fue un buen año en el proceso de digitalización de las empresas de mayor tamaño (10 o más empleados) de Aragón. En cuanto a la conectividad, el 98,6% cuenta con acceso a internet, 0,4 puntos por encima de la media nacional. Entre esas empresas, el 97,3% tiene conexión fija a internet y ha subido 14,9 puntos el porcentaje de las que dispone de conexión por redes de cable y fibra óptica, hasta alcanzarr el 74,6%.

El peso de la industria en el tejido empresarial posiciona bien a Aragón en el mapa de la digitalización por el creciente empleo en sus fábricas de nuevas herramientas tecnológicas que agilizan sus procesos. La denominada Industria 4.0, considerada como la cuarta revolución industrial, está transformando el sector con máquinas que se conectan con otras máquinas y operarios capacitados para gestionarlas.

Las grandes empresas están liderando los cambios tecnológicos, pero en materia de digitalización los avances son generalizados. En el apartado de conectividad, el 86,3% de las microempresas aragonesas (las de menos de 10 empleados) tiene acceso a internte, 4,6 puntos porcentuales por encima de la media del país.

En otros ámbitos, tanto económicos como sociales, la digitalización sigue imparable su avance en la Comunidad, generando hábitos ya irrenunciables. El informe de la Fundación Telefónica indica que la conectividad de los hogares aragoneses mejoró en 2022 respecto al año anterior: el 98,2% de las viviendas cuenta con acceso a internet, todas ellas mediante banda ancha (1,9 puntos más respecto a 2021). En hábitos de consumo también ha habido avances: el 72,9% de la población ha hecho compras a través de la red alguna vez y el 58,4% en los últimos meses.

En iniciativas públicas, finalmente, hay unas cuantas impulsadas por el Gobierno aragonés en 2022 con el apoyo de los fondos europeos Next Generation, sobre todo en infraestructuras, y se han dado pasos significativos con la aprobación de un proyecto de ley de de tecnología en la nube, la mejora del portal de datos abiertos de la DGA o acciones en materia de ciberseguridad.

El informe de la Fundación Telefónica, que aborda desde hace años la situación de la que antes se denominaba como ‘sociedad de la información’, indica que en materia de infraestructuras nuestro país «avanza a buen ritmo en su proceso de transformación digital y es líder indiscutible en términos de conectividad». El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) que elabora anualmente la Comisión Europea, recalca, situaba a España en 2022 en el puesto número 7 de la lista de Estados Miembros, dos puestos más arriba en 2021 y solo superado en este ámbito por Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Irlanda y Malta.

La temprana apuesta por la fibra óptica en la pasada década y el rápido despliegue del estándar de telefonía móvil 5G que está llevando a cabo en estos últimos años están permitiendo a España situarse en un buen lugar en materia de digitalización. Un empleo más generalizado y correcto de la inteligencia artificial representa hoy el reto más claro.

«La inteligencia artificial forma parte del presente y el futuro del grupo Stellantis»

La fábrica de automóviles de Stellantis en Figueruelas tiene un alto grado de robotización. Buen ejemplo de ello es la nave de Carrocerías, donde actúan más de 1.000 robots de soldadura de piezas de acero y aluminio que forman la carrocería de los tres modelos que se ensamblan en la factoría, el Corsa, el Crossland y el C3 Aircross. La gran mayoría de estos robots, explican fuentes de la empresa, son controlados por un gran ‘cerebro central’ de Big Data llamado ‘Welding Wizard’ (el mago de la soldadura). Este sistema, precisan, se instaló en 2019 y es capaz de controlar el proceso de soldadura capturando los parámetros de cada soldadura para anticiparse a las posibles desviaciones y predecir las posibles no conformidades antes de que se produzcan. La de Zaragoza es planta piloto del grupo Stellantis en la implantación del nuevo ‘Robot Wizard’, que mejorará el sistema actual enlazándolo con el sistema predictivo de la fábrica.

En otro ámbito en el que la factoría aragonesa ha sido también pionera es en el sistema para detectar imperfecciones en la nave de Pintura llamado Eeagle Eye (ojo de águila). «La inteligencia artificial (IA) forma parte del presente y futuro del grupo Stellantis, que tiene múltiples relaciones estratégicas con otras empresas que trabajan en el desarrollo de este tipo de sistemas», señala la empresa al hablar de esa innovación. En IA, inciden, sus actuaciones son amplias y variadas.

BSH: " El papel de los sistemas robóticos se ha ampliado notablemente a otras tareas»

Guillermo Mestre

«En Zaragoza los robots están presentes en nuestras fábricas desde hace más de 25 años, sobre todo en procesos de prefabricación y mecanización, y en labores de logística interna y procesos de transferizado», reseña Miguel Ángel Buñuel, director de Innovación de BSH Electrodomésticos. La evolución de la tecnología, añade, ha dotado a sus sistemas de posibilidades muy amplias y diversas.

El papel que juegan hoy los sistemas robóticos sigue estando en las áreas citadas, indica, «pero se ha ampliado notablemente a tareas de selección de componentes y montaje, conexionado, embalaje, inspección y control de calidad, clasificación y procesado de documentos, ayuda y asistencia al trabajador, etc». Y todo ello supone, apunta, «grandes avances en calidad, productividad, servicio, agilidad, robustez de procesos, seguridad laboral, etc.». Este salto ha permitido la ampliación del uso de los robots, precisa Buñuel, a tareas más próximas a las capacidades del ser humano.

En cuanto a la inteligencia artificial, que él prefiere llamar ‘aprendizaje automático’, el directivo de BSH afirma que es una tecnología utilizada por la compañía desde hace años. «La combinación del aprendizaje automático, la visión por computador y los sistemas robóticos se confirma hoy en día como una de las herramientas más poderosas -y pronto, imprescindible- en los procesos productivos industriales», subraya convencido Miguel Ángel Buñuel.