Con 233 personas en plantilla, la planta de Teka en Zaragoza ha incorporado una nueva línea de microondas que les han trasladado desde la planta de Portugal con capacidad para producir unas 23.000 unidades. Están actualmente, con la instalación de troqueles y maquinaria para activar su puesta en marcha, informaron fuentes del comité de empresa. Asimismo, han comenzado ya a preparar el lanzamiento, aunque va algo más lento, dijeron, de la producción de hornos de vapor, un desarrollo propio de Zaragoza, sede del Centro de competencias en I+D+i de la multinacional.

La fábrica zaragozana produjo el año pasado un total de 315.000 hornos de toda la gama. La crisis de suministro se ha dejado sentir en la escasez de bobinas de acero, lo que ha obligado en ocasiones que a mandarlas fuera a cortar para seguir produciendo, explicaron. "Las chapas que se usan tienen unas medidas determinadas y a veces por los retrasos, ha habido problemas en abastecer las líneas de hornos que producen unos 1.200 o 1.300 al día", añadieron.

Para este año, las perspectivas es incrementar la producción. Según las mismas fuentes, "apenas han utilizado días de flexibilidad, si bien, reconocieron desde el comité, en este primer trimestre "todo se ha ralentizado un poco". Asimismo, lamentaron que la dirección les haya comunicado que paraliza el compromiso de rejuvenecimiento de la plantilla incluido en el convenio que vence a final de año. Hay bastantes trabajadores de 55 años y apenas nuevas incorporaciones. En 2022 Teka Zaragoza hizo fijos mediante el sistema de contrato de relevo a dos empleados y estaba previsto hacer otros 10 este año y 7 en 2024. Sin embargo, se va a paralizar, advirtió la representación de los trabajadores, que mostró su preocupación por los seis despidos objetivos planteados por Teka estos últimos meses, 4 en oficinas y dos en taller, el último, de un trabajador declarado no apto, que ha denunciado la improcedencia y está llamado al SAMA esta semana.

Del plan de igualdad, dijeron desde el comité, por fin se ha puesto en marcha, aunque falta mucho trabajo por delante ya que solo tienen una mujer con contrato fijo de las seis que hay en producción (alguna más en oficinas).

En 2022 Teka España tuvo un resultado bruto de explotación, Ebitda, de 40,7 millones frente a 42,8 en 2021. Aunque las ventas netas superaron a las del año anterior en un 6% por el efecto de cambio de moneda, el resultado fue algo inferior, informaron desde el comité, que constató el incremento de precio de los hornos para afrontar el mayor coste de materias primas.