Heraldo del Campo

vitivinicultura

La D. O. Cariñena se hace aún más grande

Por primera vez en su historia –y ya ha cumplido 90 años– suma dos nuevos municipios, Vistabella de Huerva y Fuendetodos, y añade otra variedad, la cariñena blanca

Vista panorámica de los viñedos integrados en la Denominación de Origen Cariñena que se extienden por más de 14.000 hectáreas.
Vista panorámica de los viñedos integrados en la Denominación de Origen Cariñena que se extienden por más de 14.000 hectáreas.
D. O. Cariñena

La Denominación de Origen Cariñena echó a andar hace nueve décadas protegiendo bajo su sello las tierras de 14 localidades repartidas por las comarcas de Campo de Cariñena, Valdejalón y Belchite. Desde entonces sus dominios se han mantenido inalterables. Hasta ahora, porque la D. O. más antigua y más grande de Aragón ha decidido crecer. Lo hace con más tierra y añadiendo una nueva variedad al listado de uvas con las que se pueden elaborar los caldos que lucen el sello que atestigua la calidad contrastada y controlada de los conocidos como los Vinos de las Piedras.

A Aguarón, Aladrén, Alfamén, Almonacid de la Sierra, Alpartir, Cariñena, Cosuenda, Encinacorba, Longares, Mezalocha, Muel, Paniza, Tosos, Villanueva de Huerva, se suman ahora Vistabella de Huerva y Fuendetodos, dos pequeñas localidades que hacen todavía más grande la mayor denominación de origen de Aragón cuyos viñedos se extienden por más de 14.100 hectáreas en las que se producen una cosecha media de 85 millones de kilos de uva con los que elabora los preciados vinos que viajan a mercados de todo el mundo.

Su adhesión tiene una destacada aportación cualitativa, ya que añaden un rico patrimonio natural y cultural 

Las nuevas incorporaciones no añaden una significativa extensión de cultivo a la denominación, porque, a pesar de su larga tradición vinícola, la vid terminó abandonando las tierras de estas dos localidades. Pero su adhesión tiene una destacada aportación cualitativa, ya que añaden un rico patrimonio natural y cultural que amplía la ya variada oferta enoturística de la denominación de origen.

No es el único cambio que se ha incorporado a la modificación de pliego de condiciones de la D.O., aprobado ya por la consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón. Porque, a partir de ahora, la variedad cariñena blanca se suma a las otras 16 con las que se pueden elaborar los caldos que se embotellan bajo el sello de calidad. Una variedad con pasado –ya estaba recogida en aquellos primeros listados con los que la D. O. dio sus primeros pasos– y que mira también al futuro –su resistencia a las altas temperaturas la hace muy útil en el actual escenario de cambio climático–.

Inicios

Fue una de las bodegas de la denominación, junto con el alcalde de la localidad, los que se dirigieron al consejo regulador para solicitar la inclusión de Vistabella de Huerva en la D. O. Cariñena. Algunos de sus viñedos se encuentran en este municipio y quería poder utilizar la marca de calidad para las uvas que en ellos se producen.

En Fuendetodos, localidad natal del genial pintor aragonés Francisco de Goya, la solicitud llegó desde el Ayuntamiento, cuyo primer edil entendía las oportundidades que podría aportar al municipio la suma de su atractivo turístico a la ruta que lleva por bandera el Vino de las Piedras.

Fuendetodos aportará a la denominación su atractivo turístico a la ruta del Vino de las Piedras

Y noventa años después de su creación y, por primera vez en su historia, la Denominación de Origen Cariñena dijo sí. "Lo hemos hecho por inquietud", asegura el presidente del consejo regulador, Antonio Ubide, que reconoce que hace años que estos municipios habían mostrado su interés por formar parte del territorio sobre el que extiende su protección la denominación de origen.

Tomada la decisión, el camino no ha sido corto. "Los trámites para modificar una denominación de origen cuestan mucho, pero mucho, mucho", afirma Ubide, que detalla han sido cuatros de trámites hasta conseguir, momento en el que se encuentra ahora el proceso, una «inscripción cautelar», que no será definitiva hasta que, una vez aprobada por el Ministerio de Agricultura, sea enviada a la Comisión Europea que será quien en un año cierre todo el procedimiento.

Antes de todo eso ha sido necesario realizar un informe que demostrara la vinculación vitivinícola de los nuevos territorios, que sus tierras y su clima comparten las características del resto de la zona geográfica de la denominación y, por lo tanto, presentan las mismas óptimas condiciones para la producción de los Vinos de las Piedras.

Aunque apenas queda viñedo en estas localidades, su vinculación histórica y tradicional a este cultivo está más que demostrada. "Se conoce la existencia de viñas en Vistabella y Paniza desde hace más 300 años, al igual que en Fuendetodos, donde incluso llegó a haber hasta cuatro bodegas y una cooperativa", explica Ubide, quien reconoce que, antes de comenzar el informe, no había tampoco dudas de que los suelos y las condiciones climáticas cumplirían las exigencias que impone la denominación.

El alcalde de Fuendetodos ha trasmitido su intención de hacer una reunión con los agricultores de la zona para ver quién estaría interesado en plantar viñedo

Hay sobre todo dos motivos que explican la expansión de la D. O. Cariñena. Vistabella ofrece altitud, "una característica muy interesante ante los desafíos que impone el cambio climático", explica el presidente de la denominación. En la incorporación de Fuendetodos ha pesado especialmente su aportación turística a la Ruta del Vino de las Piedras. Y en ambas, la posibilidad de que en un futuro aquellas tierras ocupadas por viñedos vuelvan a despertar el interés de los más jóvenes por quedarse en el territorio, apostar por la agricultura y recuperar el cultivo.

"De hecho, el alcalde de Fuendetodos ha trasmitido su intención de hacer una reunión con los agricultores de la zona para ver quién estaría interesado en plantar viñedo, un interés que estaría respaldado por la D. O. que sería quien tramitaría las ayudas o le proporcionaría el material vegetal", añade Ubide, quien se muestra convencido de que, en unos años, se podría volver a ver alguna nueva bodega en estos términos municipales.

Uva con el nombre de la D.O.

No solo más tierra tiene la expansión de Cariñena. Su crecimiento incluye también una nueva variedad: la cariñena blanca. Y en esta decisión hay mucho de romanticismo. "Para nosotros es importante porque es una uva que lleva el nombre de nuestra denominación de origen", explica Ubide. Pero aún más, no es una uva desconocida entre los viñedos de la zona, donde estuvo presente hace muchos años. "Considerábamos que no tenerla en el pliego de condiciones era un poco incongruente", detalla el presidente del consejo regulador, quien asegura que tras probar unos vinos elaborados por esta variedad fueron conscientes de su potencial porque aseguran que "cultivada en nuestras tierras darán al vino un aspecto aromático diferenciador ya que el fruto ganará acidez con la influencia del frío del invierno".

La variedad cariñena no es una uva desconocida entre los viñedos de la zona, donde estuvo presente hace muchos años

De hecho, ya se van a hacer las tres primeras plantaciones este año, que ocuparán ocho hectáreas en Aguarón y Cariñena. Una pequeña superficie a la que se espera que se vayan sumando nuevas tierras en los próximos años, igual que sucedió con la garnacha blanca, una variedad muy cultivada hasta los años 90, que luego desapareció y que la denominación comenzó a recuperar hace nueve años. "Se ha implantado de tal manera que ya tenemos 300 hectáreas, porque es una variedad con mucho recorrido ya que tiene  bastante acidez y eso permite coupage (mezcla con distintas variedades y vinos) con macabeo de más duración y más estabilidad».

Y eso que disponer del material vegetal para volver a ver crecer la cariñena blanca en los dominios de la D. O. aragonesa no ha sido fácil. Apenas quedan viñedos, tan solo unas 40 hectáreas localizados en el Ampurdá (Gerona), donde un viticultor facilitó material que ha sido reproducido por un vivero para poder realizar las primeras plantaciones.

Muy resistente

No es solo una cuestión sentimental la que ha llevado a la recuperación de esta variedad. Por un lado se buscan alternativas para hacer frente a los nuevos desafíos, especialmente los que llegan del cielo. La cariñena blanca es una uva muy resistente, capaz de hacer frente al viento y a las elevadas temperaturas, "lo que la convierte en una útil alternativa con el actual cambio climático", explica Ubide.

La cariñena blanca es una uva muy resistente, capaz de hacer frente al viento y a las elevadas temperaturas

Además, y como no puede ser de otra manera, la denominación mira al mercado, que no solo está en constante evolución, sino que continuamente pide nuevas y diferenciadoras elaboraciones. A esos requisitos responderá con su cariñena blanca esta denominación, que primero prevé ofrecer a los consumidores en un monovarietal, aunque no descarta utilizarla en el coupage. "Lo que hemos visto es que con la cariñena blanca los vinos que no pasan por madera, los que son del año, no son muy estables y no evolucionan muy favorablemente a los dos o tres años, pero si se pasan por barrica de madera o por vasija de barro ganan estabilidad y son muy aromáticos, muy sedosos, y con una acidez muy alta que les va a permitir durar cinco, seis, diez o doce años en botella tranquilamente», señala el presidente del consejo regulador.

Porque ahora, añade, se llevan mucho los "vinos de guarda", que ya no son esos caldos blancos frescos que se tomaban antiguamente sino los que ya han cumplido seis o siete años. Y así es como Cariñena quiere sorprender al mercado con una variedad que luce el nombre de su denominación.

Fuendetodos está unido irremediablemente a Goya.

Enrique Salueña, alcalde de Fuendetodos

Más de una década llevan los vecinos de Fuendetodos anhelando formar parte de la Denominación de Origen Cariñena. De hecho, "hace ya quince años que se tuvo la primera toma de contacto, pero no se llegó a ningún acuerdo", explica Enrique Salueña, alcalde de esta localidad, conocida por ser la cuna del pintor Francisco de Goya, que explica que el Ayuntamiento del municipio veía ya entonces "muy factible" la inclusión de sus tierras en la marca de calidad. Porque en Fuendetodos tradición vinícola hay y mucha, aunque ya prácticamente apenas quedan viñedos y las tierras que estos ocuparon se han convertido en yermos.
"El pueblo llegó a tener miles de viñas, pero fueron desapareciendo porque como no estábamos en ninguna denominación de origen el vino se vendía con malos precios y cuando nos los querían comprar", detalla Salueña, quien asegura que las ayudas europeas para el arranque de viñedos terminaron por convencer a los agricultores para dejar este cultivo y dedicarse al cereal "que les daba más seguridad".
La localidad contaba incluso con una cooperativa que ya no existe tampoco y sobre cuyos terrenos se ha levantado el hotel El Capricho de Goya.
Aunque de momento, Fuendetodos no puede aportar producción, su inclusión en la denominación de origen tiene una especial importancia en la oferta enoturística del Vino de las Piedras, por todos los atractivos que atesora este municipio, de apenas 150 habitantes censados, ligados con el origen del conocido pintor. "Estamos encantadísimos de pertenecer a la D. O. porque vemos muy interesante unir a Goya con el vino", señala Salueña, quien se muestra convencido de que formar parte de esta marca de calidad podría animar a los jóvenes a apostar de nuevo por el cultivo.

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Vista general de la pequeña localidad de Vistabella de Huerva.

Juan José Gasca, alcalde de Vistabella de Huerva

Vistabella de Huerva es un pequeño municipio que, a pesar de formar parte de la comarca Campo de Cariñena, corazón de la denominación a la que da nombre, ha estado excluida de la protección de esta marca de calidad. "Y eso que en la localidad también hubo en tiempo bastantes viñas", explica su alcalde, Juan José Gasca, quien señala que actualmente apenas quedan unas pequeñas plantaciones cuyos frutos tienen como destino Bodegas San Valero y Bodegas Paniza.
"Aquí hay algo de viña y poco más", señala el primer edil, que se muestra convencido de que su inclusión en la denominación más grande y más antigua de Aragón les abrirá nuevas puertas turísticas y económicas. "Queremos tener más presencia en la comarca", añade Gasca, quien insiste en el interés de este municipio (con una población censada de 50 habitantes) por formar pertenecer a los dominios de los Vinos de las Piedras y formar parte de su reconocida ruta enoturística. "Porque este pueblo es muy pequeño, pero muy bonito", explica y detalla el alcalde, quien recuerda que la localidad puede presumir de una bella naturaleza, entre la que destacan los parajes que rodean al río Huerva o su montaña.
Además, Gasca considera que la pertenencia de su municipio a la denominación les permitirá darse a conocer y así "quizá, el día mañana, algún agricultor de la zona o jóvenes emprendedores quieren venir a cultivar uva y elaborar vino, ya que estando bajo una marca de calidad es mucho más atractivo", añade el máximo responsable municipal.
Gasca destaca además que el municipio cuenta con tierra agrícola en altura, una cualidad muy valorada por el consejo regulador de la denominación, que considera que esto es una ventaja ante los desafíos que impone el actual escenario de cambio climático.

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